Ese dato significa un valor de 16,7 billones de dólares (un billón equivale a un millón de millones).
Tal encuesta supone el mayor ritmo de crecimiento desde 2012 y sitúa la riqueza mundial en manos privadas en 280 billones de dólares, lo que aplasta el desarrollo del resto de los habitantes del Planeta Tierra.
Según el informe, ese aumento, registrado de mediados de 2016 a mediados de 2017, es el resultado de ganancias amplias en los mercados de capital en combinación con avances similares en activos no financieros.
Esos indicadores evolucionaron por encima del nivel previo a la crisis financiera global de 2007 por primera vez este año.
En el estudio se destaca además que el incremento del patrimonio también superó el crecimiento de la población, de manera que de media la riqueza por cada adulto aumentó 4,9 por ciento, y alcanzó un nuevo récord de 56,54 dólares.
No obstante, la brecha entre los que más tienen y los menos favorecidos es considerable, dado que en el ránking de la distribución de la riqueza se observa que tres mil 500 millones de personas (70 por ciento de todos los adultos del mundo) poseen menos de 10 dólares.
Insiste el reporte que ello ocurre sobre todo en los llamados Milénicos, jóvenes que nacieron en las dos últimas décadas del siglo XX.
Dicho segmento está afectado por las pérdidas de capital durante el período 2008-2009, cuando el mundo estaba en plena crisis.
Influyeron en tal asunto, el elevado desempleo, normas hipotecarias más estrictas, el aumento del precio de las viviendas, una mayor desigualdad en los ingresos, y menos acceso a las pensiones.
El país más rico, sigue siendo Suiza, con 537,60 dólares por adulto, seguido de Australia (402,60 dólares) y Estados Unidos (388,60 dólares). Entre los 10 primeros hay cinco países europeos: Noruega, Dinamarca, Bélgica, Reino Unido y Francia.
Por otra parte, Credit Suisse observa un incremento de 2,3 millones de millonarios en dólares estadounidenses, casi la mitad de los cuales residen en Estados Unidos.
Según el estudio, la riqueza total de la eurozona asciende a 53 billones de dólares actualmente, comparable con la fortuna global de Estados Unidos a finales de los años 1990.
El balance mundial de la riqueza sigue en manos de unos pocos que dominan los mercados, mientras los organismos internacionales luchan por resolver problemas como el hambre y la pobreza.
Ginebra, 14 de noviembre 2017
Crónica Digital /PL