El análisis incluirá también desentrañar los mecanismos que llevaron en algunos casos al encubrimiento y las graves omisiones hacia las víctimas, indica el texto.
El documento añade que Francisco compartirá con los obispos sus conclusiones derivadas de la investigación realizada por Charles Scicluna, arzobispo de Malta, y Jordi Bertomeu, de la Congregación para la Doctrina de la Fe, completada con numerosos testimonios orales y escritos recibidos por él en las últimas semanas.
Durante las reuniones, en las cuales participarán 31 obispos diocesanos y auxiliares y dos eméritos, acompañará al papa el prefecto de la Congregación para los Obispos, cardenal Marc Ouellet.
‘El objetivo de este largo proceso sinodal es discernir juntos, en la presencia de Dios, la responsabilidad de todos y cada uno en esas heridas devastadoras, así como el estudio de los cambios adecuados y duraderos que impidan la repetición de actos siempre reprobables’, apunta la declaración.
Es fundamental -puntualiza- restaurar la confianza en la Iglesia mediante pastores buenos que testimonien con su vida el haber conocido la voz del Buen Pastor: que sepan acompañar el sufrimiento de las víctimas y trabajar de manera decidida e incansable en la prevención de los abusos.
El comunicado es categórico al afirmar que no está prevista ninguna declaración del papa durante ni después de las reuniones, las cuales ‘se desarrollarán en estricta confidencialidad’.
Roma, 12 de mayo 2018
Crónica Digital /PL