Las intensas heladas en un duro final de otoño en Chile propiciaron menor circulación de aire, por lo cual la Intendencia Metropolitana en esta capital decretó la primera preemergencia ambiental.
La medida se enfoca en Santiago y sus comunas, amuralladas por la Cordillera de los Andes y cerros, donde las condiciones de ventilación son escasas y marca una concentración entre 200 y 300 microgramos de partículas nocivas por metro cúbico de aire.
De acuerdo con la Intendencia (gobernación), se prohibieron las quemas agrícolas y el uso de calefactores y cocinas de leña en toda la Región Metropolitana. Además, ordena la paralización de mil 281 fuentes industriales fijas durante las 24 horas del día.
Igualmente, las autoridades instruyeron este domingo la no circulación de todos los vehículos sin sello verde, es decir los que no poseen convertidor catalítico, incluidas motocicletas.
La principal urbe chilena, lo mismo que buena parte del territorio nacional, se ha visto sorprendida por una ola fría que en los últimos 10 días colocó a los termómetros en el límite o por debajo de cero grados Celsio.
Para este lunes, la Dirección Meteorológica de Chile pronostica otro descenso en el umbral de -5 grados en algunas zonas del centro del país, con posibilidad incluso de nevadas, como ya es perceptible en la Cordillera de los Andes.
La Oficina Nacional de Emergencias declaró Alerta Temprana Preventiva para la Región de O`Higgins.
Santiago de Chile, 4 de junio 2018
Crónica Digital /PL