Todo ello como consecuencia de actos terroristas realizados por grupos delincuenciales, encapuchados, con armas de fuego, artesanales, morteros y bombas molotov, según la comisionada mayor Vilma Rosa González, jefa de la Dirección de Relaciones Públicas de la institución uniformada.
Gonzáles también reiteró que esos grupos mantienen tranques y bloqueos en diferentes lugares del país, negando así el derecho a la libre circulación de los conductores y peatones, al tiempo que se registran considerables a la infraestructura vial.
En tanto, el presidente Daniel Ortega reiteró su disposición al diálogo nacional, en un mensaje emitido por la muerte del cardenal emérito Miguel Obando y Bravo, promotor y exponente de la paz en la nación.
Comprometidos con su legado, confirmamos al papa Francisco, al cardenal Leopoldo Brenes, a toda la Conferencia Episcopal, y las familias nicaragüenses nuestra confianza en el diálogo nacional, como camino para retomar la paz y el bien común, indicó Ortega en un texto firmado también por la vicepresidenta, Rosario Murillo.
Según destacan, la contribución de Obando y Bravo al diálogo, la vida y la unidad resulta invaluable y constituye un legado y camino a seguir, en medio de la crisis sociopolítica que vive el país.
El 18 de abril estalló en esta nación centroamericana una ola de violencia en medio de protestas contra reformas del gobierno al seguro social, más tarde derogadas, pero que no detuvieron las manifestaciones, a las cuales se sumaron otras demandas políticas.
Acorde con observadores, tales reformas sirvieron de pretexto para poner en marcha un plan dirigido desde el exterior con el objetivo de desestabilizar la nación y provocar el derrocamiento del gobierno sandinista.
Managua, 4 de junio 2018
Crónica Digital /PL
El mismo paradigma de las «Guarimbas Venezolanas» Amparados en la impunidad que otorgan los gringos y toda la institucionalidad internacional que protege al sistema. Amparados en el espíritu democrático y humanista del Sandinismo. Amparados en el financiamiento externo para buscar sicarios y crear conflictos como la de los camioneros o del cobre en Chile del 73. La minoritaria contra revolución intenta, por medio de la violencia, el vandalismo y el terrorismo, detener y abortar el avance del Sandinismo.