De acuerdo con el medio, que citó a dos funcionarios y a documentos obtenidos sobre el tema, casi la mitad de esos 300 infantes son menores de 12 años, lo que significa que el Departamento de Seguridad Nacional los clasifica como ‘niños pequeños’.
Las estaciones, dirigidas por la Patrulla Fronteriza y que solo representan la primera parada para los niños detenidos en el límite sur del país, a menudo carecen de camas adecuadas o dormitorios separados para los menores.
Greg Chen, director de relaciones gubernamentales de la Asociación Estadounidense de Abogados de Inmigración, consideró que sería muy inapropiado e, incluso, inseguro retener a los niños por períodos prolongados en esos lugares, porque a menudo carecen de los recursos médicos y nutricionales adecuados.
Según el reporte, el exceso de estadía en las estaciones fronterizas es resultado de un retraso del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS), la agencia responsable de acoger a los niños migrantes a largo plazo y ubicarlos con familiares o padres adoptivos en Estados Unidos.
Un vocero informó que la Administración para Niños y Familias de la entidad tiene 11 mil 200 menores no acompañados a su cuidado y demora un promedio de 45 días en colocar a un infante con un patrocinador.
El mes pasado, la administración de Donald Trump comenzó a aplicar una política de ‘tolerancia cero’ en la frontera sur, destinada a enjuiciar a cualquier adulto tras entrar ilegalmente al país con el fin de acabar con el aumento en el número de indocumentados que cruza la frontera.
Los padres que viajan con niños son separados de sus hijos mientras enfrentan el proceso legal, recordó NBC.
Según la televisora, los dos funcionarios consultados en la materia le indicaron que al HHS no se le dio una advertencia adecuada sobre la nueva política y por eso no estaba preparado para la afluencia de menores.
Washington, 5 junio 2018
Crónica Digital /PL