Rechazó que el sector opositor extremista se dedique a perturbar la estabilidad del país, con énfasis en la denominada guerra económica, y desconozcan la voluntad popular de defender la paz en busca de un equilibrio social mediante el diálogo. La vicepresidenta recordó que con las elecciones del pasado 20 de mayo, el pueblo venezolano defendió ‘un nuevo paradigma para Venezuela, un paso cualitativo en la defensa del país y en la resolución de los problemas económicos’.
Asimismo, enfatizó que Venezuela está destinada a ser una potencia económica, pese a los ataques reiterados del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, contra la patria de Simón Bolívar.
Rodríguez reseñó que la llegada al poder de la Revolución bolivariana se tradujo en la inclusión, la democracia participativa, la igualdad, además de retomar el camino de los libertadores en aras de redimir a los mártires.
En ese sentido, recordó la lucha de su padre Jorge Rodríguez, a quien con tan solo 34 años lo asesinaron por tener al socialismo como sostén de luchas, durante la dictadura de la Cuarta República.
A finales de julio de 1976 Jorge Rodríguez (padre) fue detenido, torturado y asesinado en los calabozos de la extinta dirección general sectorial de los Servicios de Inteligencia y Prevención, por ser un militante y luchador socialista en uno de los gobiernos de Acción Democrática, el primero de Carlos Andrés Pérez.
Pese a la cruda realidad que le tocó vivir, la dirigente venezolana reiteró su compromiso de batallar por el socialismo para seguir los pasos de su padre, y recalcó que su principal impulso es el amor por la patria.
‘A todos los socialistas, a todos los bolivarianos, nos impulsa el amor, jamás el odio’, subrayó Rodríguez, y sentenció ‘que la semilla del fascismo sembrada por la derecha extremista en los últimos años no germinará en Venezuela’.
Igualmente, se refirió a la reunión de inicios de semana en la Corte Internacional de Justicia, y reiteró que Venezuela nuevamente emitió una invitación al gobierno de Guyana para que retome las vías de las negociaciones amistosas, en base al Acuerdo de Ginebra de 1966, para dirimir la controversia existente por el territorio del Esequibo.
Caracas, 24 de junio 2018
Crónica Digital /PL
