El expresidente de Ecuador, Rafael Correa, sobre quien pesa hoy orden de prisión preventiva y captura internacional, insistió en un complot en su contra y expresó confianza en que su extradición no prospere.
«Se ha consumado una de las más brutales aberraciones políticos, de los más grandes abusos contra un expresidente. Dictarme prisión preventiva por un caso que es un total absurdo», aseguró en Twitter, sobre la disposición de la Corte Nacional de Justicia, relacionada con su vinculación al presunto secuestro del exlegislador Fernando Balda, en 2012.
En un video difundido en la redsocial, Correa advirtió que en Ecuador se ha vivido en el último año, la peor persecución política de la historia del país, acompañada por el linchamiento mediático y campañas de desinformación, dirigidas por grupos de la partidocracia de siempre.
En su alocución, recordó que ya intentaron, fallidamente, culparlo de negociaciones mal hechas y preventas petroleras, crimen organizado, tráfico de influencia, sobreendeudamiento, entre otros.
Asimismo, aclaró que como en el caso del exvicepresidente Jorge Glas, preso por asociación ilícita, jamás podrán demostrar corrupción ni encontrar un centavo mal habido.
En cuanto al caso Balda, por el cual es acusado, afirmó que es un proceso con un fiscal encargado, «puesto a dedo», lo cual no contempla la ley, y además hubo cambio en los vocales del Consejo de la Judicatura, ahora integrado por abiertos enemigos de la revolución ciudadana, todo, con el solo objetivo de ponerlo tras las rejas.
También se pronunció sobre la alerta roja para su captura y extradición por Interpol y la prisión preventiva impuesta en una audiencia solicitada por su defensa para revisar la medida cautelar aplicada inicialmente de viajar de Bélgica, donde reside, a Quito, cada 15 días, a fin de presentarse ante la Corte Nacional de Justicia, lo cual describió como imposible.
«La prisión preventiva es una sentencia anticipada y en esta situación no tiene razón de ser», afirmó.
A su juicio, el plan es hacerle perder la libertad, pero estimó que la extradición no será posible, ni la prisión, porque jamás lo permitirá un país como Bélgica, donde hay un verdadero estado de derecho.
Finalmente dijo que en Ecuador todo está tomado y su situación no se resolverá jurídicamente, sino por vía política, cuando el poder vuelva a las grandes mayorías y llamó al pueblo a movilizarse.
Quito, 4 de julio 2018
Crónica Digital /PL
