Analistas consideran que ese objetivo es interpretado de varias formas por los miembros de la alianza militar, de acuerdo a sus capacidades financieras, una estrategia de Estados Unidos para consolidar su hegemonía dentro de la organización debido a las diferencias económicas entre los países aliados.
La cumbre de la OTAN se desarrolla en un contexto de segmentación en las relaciones entre Estados Unidos y la Unión Europea debido a presiones del presidente estadounidense, Donald Trump, hacia el bloque militar. ‘Washington destina más dinero a la organización bélica para proteger a Europa que las naciones de esa región’, publicó ayer Trump en su cuenta de Twitter.
Con anterioridad el presidente estadounidense amenazó con negar la ayuda de su país a los miembros de la OTAN que no aumenten sus contribuciones financieras al presupuesto de la Alianza militar.
Durante esta jornada inicial Trump calificó de morosos a los miembros de la OTAN y llamó a Alemania rehén de Rusia.
Según Trump, ‘es muy triste que Alemania firme un acuerdo masivo de gas y petróleo con Rusia’.
Pese a ello, la canciller federal alemana, Angela Merkel, rechazó las críticas y sostuvo que ‘su país es libre e independiente que decide sin injerencias ajenas sobre su política’.
Bruselas, 12 julio 2018
Crónica Digital /PL