Parlamentario constató incumplimiento de la ley por parte de los empresarios en los conflictos de la Clínica Dávila y de Laboratorios AGQ Chile S.A.
La existencia de rompehuelgas y el no respeto de los pisos mínimos establecidos en negociaciones colectivas anteriores, son las características que están marcando las huelgas legales del último tiempo.
Así lo constató el subjefe de la bancada de diputados del Partido Comunista, Boris Barrera, al visitar los conflictos que afectan a la Clínica Dávila y la empresa AGQ ChileS.A.
“La tónica de estos movimientos sindicales es que los empresarios no respetan la normativa laboral al buscar rompehuelgas, ni los pisos mínimos, y este caso en particular, no cumple con las más básicas condiciones de higiene y seguridad en el trabajo. Seguiré velando por el cumplimiento de las leyes y estaré siempre apoyando a nuestra clase trabajadora”, señaló el diputado luego de entregar su solidaridad con los huelguistas de la empresa AGQ Chile S.A. de Huechuraba.
La presidenta del sindicato, Miriam Fredes, afirmó que AGQ Chile S.A. es una empresa que se dedica a realizar análisis agronómicos, alimentarios, ambientales y mineros a distintas compañías y entidades públicas, como Sernapesca. Es de capitales españoles y presidida por Estanislao Martínez, quien no solo ha mantenido una posición intransigente a la hora de hablar de salarios dignos y un buen trato, sino que también mantiene pésimas las condiciones de higiene y seguridad para trabajadores altamente calificados.
Clínica Dávila
Otro de los conflictos que visitó el diputado Barrera, fue el que involucra a 749 funcionarios de la Clínica Dávila, perteneciente al holding Banmédica que hoy está en manos de la empresa norteamericana United Hearth Group.
Según denunciaron los trabajadores, la empresa realiza reemplazos internos y externos en huelga; obliga al equipo de emergencia a realizar otras funciones aparte de las indicadas en los Servicios Mínimos; contrata personal part time e indefinido en período de negociación y huelga y mantiene abiertas unidades de la clínica que no calificaron como servicios mínimos.
Junto con expresar su apoyo, el diputado Boris Barrera realizó, junto a dirigentes del sindicato y de la CUT, gestiones ante la Dirección del Trabajo, donde no solo denunció estas irregularidades, sino también la lentitud con que se mueve el organismo fiscalizador.
“Debido a estas gestiones, logramos que la Inspección del Trabajo norte entregara el informe del estudio que solicitaron los trabajadores sobre la última oferta del empleador. Un paso importante en esta lucha que recién comienza. Todo mi apoyo a los trabajadores y trabajadoras de la Clínica Dávila”, puntualizó Boris Barrera.
El parlamentario afirmó que los empresarios apuestan al desgaste de los trabajadores para desmoralizarlos e imponer sus condiciones.
Santiago de Chile, 23 de julio 2018.
Crónica Digital