A causa de la carta revelada hoy (Domingo), donde el obispo Goic le dice al arzobispo Ezzati: “Ayer manteníamos en silencio estos abusos de menores”, el parlamentario emplazó al Gobierno y a parlamentarios a debatir y aprobar su proyecto de ley que obliga a quienes ejercen labores pastorales a denunciar delitos (Boletín 6938-07).
- Asimismo, acudirá a la Justicia “para que se refiera a la ilegalidad e inconstitucionalidad de que el Vaticano instale oficinas especiales para recibir denuncias”, adelantó Navarro, opinando también que hay que terminar con el celibato.
“A nuestro juicio, ocultar información fuera del secreto de confesión es encubrir el delito”, sostiene el senador Alejandro Navarro, en el contexto de la carta del obispo Goic al arzobispo Ezzati que publicó hoy El Mercurio y que reconoce el silencio de antaño. La frase de Navarro es parte del proyecto de ley de su autoría que “obliga a quienes ejercen labores pastorales a denunciar delitos que indica” (Boletín 6938-07), presentado el 17 de mayo de 2010 y que permanece en primer trámite constitucional en la Comisión de Constitución del Senado. Por lo que llamó a los parlamentarios y al Gobierno a abordar urgentemente este debate.
Navarro señaló que “durante demasiado tiempo ha habido una asociación ilícita en la iglesia para ocultar estos delitos”; y enfatizó: “Soy contrario a que haya una oficina vaticana para denunciar abusos sexuales en contra de los/as niños/as. Esto se denuncia ante la Fiscalía, la PDI y los Tribunales de Justicia, pero no veo por qué un Estado distinto al chileno, el Vaticano, va a tener una oficina especial para denunciar lo que los miembros de ese estado realicen como delitos graves”.
Navarro enfatizó que la oficina vaticana sería ilegal es inconstitucional “, pues, según el artículo 7 de la Constitución ninguna magistratura, ninguna persona ni grupo de personas pueden atribuirse, ni aun a pretexto de circunstancias extraordinarias, otra autoridad o derechos que los que expresamente se les hayan conferido en virtud de la Constitución o las leyes”
Además de lo anterior, el parlamentario dijo que espera reunirse personalmente con el fiscal nacional, Jorge Abbott, para reiterarle su solicitud presentada en conjunto con la diputada Marisela Santibáñez a mediados de junio, “y que sea un fiscal especial y no preferentes quienes investiguen casos de abusos sexuales a niños/as dentro de la iglesia”.
Por último, el senador aseveró: “Hay que terminar con el celibato. Antes los sacerdotes se casaban, tenían hijos. Sin embargo, hoy hay un hecho muy claro: se ha establecido en la iglesia un pacto no escrito de autoprotección para gente que tiene problemas y que ha hecho mucho daño a niños/as, jóvenes y sus familias; problemas que al no ser oportunamente tratados han sido transferidos a la iglesia en general, por lo que le están provocando un daño irreparable”.
Santiago de Chile, 23 de julio 2018
Crónica Digital /PL