Sin duda el arte en Chile debe ser considerado mucho más que una forma de expresión humana y un importante acervo histórico. La ópera, el ballet y la música, pueden desempeñar un rol social, inclusivo, y pedagógico. Es por eso que en esta conversación con Alejandra Martí, Directora Ejecutiva de Ópera Latinoamérica, abordaremos la actualidad, alcances y planes a futuro de la organización en la región.
Ópera Latinoamérica es la asociación de teatros latinoamericana creada el 2007 en Chile. Está integrada por teatros líricos de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, España, México, Perú y Uruguay. Anualmente se suman más países para trazar nuevos énfasis y objetivos. Esta red agrupa a los teatros de ópera más importantes de Latinoamérica y España, cuya misión es difundir y promover las artes de representación clásica, como música, ballet y ópera en la región, para así acercarlo a la gente, desmitificando así que este tipo de arte es solamente una expresión artística de la elite.
La renovada red tiene su sede con oficina propia en Santiago de Chile y cuenta con más de 27 miembros de 11 países, tanto latinoamericanos, europeos y americanos.
- ¿Desde tu punto de vista, como ha sido la evolución del desarrollo de los teatros en Chile y cual es el estatus del gestión de éstos en la actualidad en el país?
Durante los últimos 15 años ha habido una proliferación de teatros en este país, ya sea por la contrucción de nuevos edificios, o por la remodelación de teatros antiguos gracias al programa de Gobierno y la inversión de privados. Además de esto, se suma la construcción de centros culturales en comunas por sobre 50.000 habitantes lo que multiplica la cantidad de salas en Chile.
Todo esto es tremendamente positivo para la ampliación del acceso, el desarrollo de nuevas audiencias, y las posiiblidades de sala para los artistas, pero a la vez, nos compromete a grandes metas como país.
El gran desafío ahora creo que es capacitar a los gestores culturales y directores de estos espacios. Así también, es necesario desarrollar formas de asociatividad y circulación eficiente para que los escasos presupuestos de los teatros se maximicen. Es inminente la creación de la Red de Teatros chilenos, independiente de la Red de Salas que existe y funciona. En mi opinión, los teatros de gran formato y que a su vez tienen cuerpos estables tienen problemáticas distintas a las salas más pequeñas en las cuales casi el 100% de su programación es externa y tienen poco personal contratado.
Con la creación de mecanismos y protocolos de asociatividad los teatros deberían empezar a coproducir. De esta forma, con el presupuesto que antes tenías para producir un espectáculo podrás hacer dos o tres, si te asocias en una itinerancia con más teatros chilenos. No hay una competencia por audiencias entre dos teatros de regiones vecinas, por lo tanto, la tendencia debería ser a coproducir. Es mucho más eficiente. Si requiere sí, un estricto cumplimiento de los contratos firmados para no quebrar las confianzas.
- Ópera Latinoamérica es un agente importante en la organización de la asociatividad de este sector en la Región ¿De qué manera articulan sus funciones y la cultura colaborativa?
Lo interesante de la transformación digital y el desarrollo de la economía colaborativa que estamos viviendo en estos últimos años, es la ampliación de las posibilidades de asociatividad para el arte en general. En nuestro caso, somos una organización pequeña pero que se ha focalizado en el desarrollo de alianzas para trabajar e implementar sus cinco ejes de acción. Estos son: circulación, comunicación, formación, acceso y tecnología.
OLA es una asociación que reúne a los teatros más importantes de Latinoamérica desde hace 11 años. Sus objetivos tienen que ver con servir a estos teatros para que trabajen colaborativamente, encuentren puntos de unión y compartan buenas prácticas entre ellos y con el resto del mundo. Para esto, desarrollamos encuentros y foros, e implementamos proyectos específicos relacionados con servicios desde la organización hacia sus miembros, y como apoyo del sector en general.
Todos los encuentros y foros los desarrollamos en distintas sedes en las casas de los teatros miembros. Así lo hemos hecho los últimos cuatro años, en México, Colombia, España, Argentina y este octubre próximo en Ecuador. En todos los encuentros hemos recibido apoyo de los gobiernos para el desarrollo de estos, lo que es importante para que ellos tomen conocimiento de nuestras problemáticas e integren nuestro queahacer y necesidades en sus políticas públicas. Como está siendo en el caso de Argentina después del Foro de Directores Técnicos donde fuimos apoyados por la Cancillería. Y también lo será en el caso de Chile para el encuentro que realizaremos en el Teatro del Lago el 2020.
Como uno de nuestros objetivos principales es promover el intercambio y asociatividad entre los teatros de OLA, Europa y Estados Unidos, hemos empezado a realizar una de nuestras dos asambleas anuales en la sede de los encuentros de nuestras alianzas. Este fue el caso de la primera asamblea de OLA en abril 2018, que la realizamos durante el World Opera Forum en Madrid, y es lo que estamos planeando para junio 2019 en San Francisco, Estados Unidos, durante el encuentro de Opera America.
- Estamos en un periodo de decisiones importantes a nivel legislativo en la esfera artística. ¿Cómo recibes la contingencia de la ley de artes escénicas?, ¿Hay alguna mejoría que te gustaría implementar en la nueva propuesta?
La actual propuesta que se discute en el senado no incorpora a la ópera, ballet y coros en su definición de artes escénicas. Luego del rechazo de las indicaciones planteadas por la Presidencia en la Comisión de Educación y Cultura, sobre la incoporación de estas artes escénicas, salió una propuesta de un grupo de senadores para hacer una Ley de Fomento de la Ópera separada de la antetior. En mi opinión este no es el camino correcto. Chile es un país en vías de desarrollo, en pleno fortalecimiento de su insticionalidad cultural, de desarrollo de nuevas audiencias y apoyo en cuanto a la creación artistica, es poco eficiente tener dos leyes de fomento que requieran administración y consejos separados.
Por otro lado, la ópera y el ballet son artes escénicas que incluyen muchas otras artes como el teatro, el diseño, el vestuario, la ilumninación, la música, cine, etc. La tendencia a la transdiciplinariedad nos indica que no se puede separar por ley lo que en la realidad está mezclado. Me tocó producir muchos espectáculos en esta línea, en los ciclos de la Sala Arrau y en la programación del Pequeño Municipal los años que trabajé en el Municipal.
Cuando a nivel de ley quedan excluídos o separadados estos conceptos, luego tienes problemas en la etepa de adminisibilidad que está en manos de funcionarios y administrativos que tienen el deber de seleccionar los proyectos. Chile es un pais muy literal en el uso de sus leyes, por lo tanto, es importante ser específicos desde su origen y concepción. Lo más lógico y coherente es tener una buena Ley de Fomento de Artes Escénicas que sea representativa de la actualidad de las artes escénicas chilena.
- ¿Considera las artes escénicas como un arte formativo e integral en las personas?
Absolutamente, y creo que lamentablemente en Chile no se ha considerado aún el alcance que tienen las artes escénicas en la educación y en la formación del ser humano. Más aún, en la formación de habilidades y capacidades que son requeridas por las organizaciones actuales.
Las empresas y organizaciones están muy exigidas para innovar constantemente por la alta competitividad producto de la globalización. Los procesos de innovación requieren un trabajo en equipo y colectivo para que den resultados exitosos. Este proceso es propio de las artes escénicas (teatro, ópera, coros, danza especialmente). Adoptar estos modelos de enseñanza en etapas escolares como parte del curriculum pedagógico nos ayudará como país a formar seres humanos más creativos, con capacidad de trabajo en equipo, con mayores habilidades blandas y mayor capacidad y flexibilidad ante los cambios.
- Hemos hablado del rol pedagógico y de integración que tiene como proyecto Ópera Latinoamérica. ¿Cuáles son los planes a futuro en Chile, y en la organización de OLA?
Al nivel formativo nos hemos focalizado en la futura expansión del proyecto Palco Digital, del Teatro Real de Madrid, hacia Latinoamérica con sus transmisiones de espectáculos infantiles directas a las aulas de los colegios. Ya lo están haciendo en Madrid y ha tenido un gran éxito. Hemos inciado conversaciones con algunos gobiernos al respecto y hay interés en apoyar. Esperamos concretar estas alianzas este año.
Las artes escénicas clásicas son caras de producir. Las nuevas tecnologías les han dado a los teatros la capacidad de multiplicar sus salas, su alcance, y llegar a espectadores que no tienen acceso ya sea por razones geográficas, económicas o simplemente por falta de interés. Por otro lado, no todos los teatros tienen programaciones escolares. Palco Digital es un proyecto que en España está llevando ópera, ballet y música clásica directo a las aulas de las clases. Justamente en edades en que se desarolla el gusto por esto y el desarrollo del pensamiento crítico.
No creo que un espectáculo en versión digital pueda jamás reemplazar la experiencia del espectáculo en vivo. Pero sí creo que los streamings de espectáculos pueden ser complementos en materias de educación artística. Los colegios en su mayoría gracias al programa Enlaces del Mineduc Chile tienen datashow y acceso a internet en sus salas. Ya solo es un tema de gestión y creación de políticas públicas para que estos niños puedan ver los mejores espectáculos del mundo con un par de clicks del profesor. No me considero una purista en este sentido, si no más bien una gestora de mis tiempos. Los teatros tienen el deber de usar las herramientas que tienen a disposición para ampliar el alcance de su quehacer.
Por otro lado, y también en relación con la tecnología, estamos fomentando el desarrollo de plataformas que ayuden a la comercialización de producciones ya estrenadas. Entendiendo que existe un importante mercado de teatros que no tiene acceso a programación de ópera o ballet, y por otro lado, que hay teatros que las producen y necesitan venderlas porque ya no las pueden bodegar. Es simplemente conectar oferta con demanda haciendo uso de la tecnología. Hacer más accesible un negocio a más interesados gracias a internet.
Por supuesto, que ninguna herramienta tecnológica va a sustituir la relación de confianza que tiene que existir en una operación de compra o venta, pero creemos que es un primer punto de partida para poner en contacto a un mercado atístico que no opera actualmente bajo estos parámetros. Y así también una manera de facilitar y eficientar operaciones que actualmente se están haciendo en forma manual.
Por Ariel Álvarez S.
ariel.alvarez@beepartners.cl
Santiago de Chile, 9 de agosto 2018
Crónica Digital / beepartners.cl