En una perspectiva sobre presupuesto publicada en junio, la CBO pronosticó que la deuda nacional aumentaría de su tasa actual de 78 por ciento del PIB a 118 por ciento en 2038, y a 152 por ciento en 2048, muy por encima del pico histórico de casi 119 por ciento alcanzado después de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).
Tal análisis se basó en la suposición de que algunas disposiciones presentes en la reforma fiscal aprobada por el Partido Republicano en diciembre pasado permanecerían vigentes, como el hecho de que los recortes a los impuestos individuales expirarán en 2026.
Pero en el reporte publicado este miércoles la CBO tomó un enfoque diferente, al asumir desenlaces esperados como el hecho de que el Congreso probablemente no dejará caducar esos recortes fiscales individuales.
En el primer escenario, las rebajas impositivas son permanentes, el camino del gasto establecido a principios de este año sigue en vigencia, y ciertos impuestos detenidos por la ley sanitaria conocida como Obamacare desaparecen, lo cual llevaría la deuda al 148 por ciento para 2038 y al 210 por ciento una década después.
Pero la CBO también previó otras dos alternativas, en las cuales el Congreso ajustaría los tramos impositivos para mantener los ingresos alineados con los niveles históricos.
Una opción es que, después de 2028, la política tributaria cambie para que los ingresos permanezcan estables como un porcentaje del PIB, en lugar de crecer con el tiempo, lo cual llevaría la deuda al 151 por ciento en 2038 y al 230 por ciento en 2048.
La tercera variante asume que, en lugar de transformarse en una década, la política tributaria se modifica después de 2018, y de ese modo la deuda se elevaría al 165 por ciento dentro de 20 años, y al 260 por ciento en el decenio siguiente.
Washington, 9 agosto 2018
Crónica Digital /PL