El resultado causó desazón en la mulitudinaria concentración masiva integrada mayormente por mujeres jóvenes y familias, con pañoletas verdes, que exigían luz verde del Senado para la ley, que había sido previamente aprobada por la Cámara de Diputados.
Colocadas a cierta distancia, para evtar choques, un grupo conservador, con pañuelos celestes, clamaba en contra de la ley.
La supuesta defensa de la vida se impuso sobre el derecho de las mujeres a decidir sobre su maternidadn y el tema quedó cerrado en el parlamento hasta marzo de 2019, cuando podrá presentarse nuevamente.
El Senado desoyó así los argumentos que plantean que, además de ser un derecho, el aborto es necesario como medida de salud pública, pues su situación clandestina determina que se realice en condiciones insalubres, lo que cuesta la pérdida de muchas vidas.
Los opositores a ley, promovida por organizaciones sociales a través de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto legal, rechazaron inclusive propuestas de modificar el proyecto original con condiciones para el aborto legal.
La expresidenta y Senador Cristina Kirchner, dijo que cambió de posición sobre el tema porque la convenció la gran movilización de jóvenes mujeres que exigían la ley, a las que llamó a seguir luchando por la leglización y añadió que sus nietas, cuando sean adolescentes y el aborto sea legal, podrán decir que su abuela votó a favor.
Tras el resultado,el ministro de Justicia, Germán Garavano, dijo que el gobierno considera la posibilidad de incluir una despenalización limitada a casos de violación y riesgo de vida de la madre, en una reforma del Código Penal a presentarse este mes.
Ante el rechazo a la ley, el diputado Daniel Lipovetzky anunció que impulsará una consulta popular sobre el tema y señaló que los senadores conservadores están permitiendo que se sigan haciendo miles de abortos clandestinos y no se resuelva un problema grave de salud pública.
Buenos Aires, 9 agosto 2018
Crónica Digital /PL