Bajo el influjo de una tormenta en cierne por sus críticas al actual gobierno, la expresidenta de Chile Michelle Bachelet reiteró sus simpatías por sus antiguos homologos Luiz Inacio Lula da Silva y Dilma Rousseff.
En una parte de la extensa entrevista que concedió al semanario satírico The Clinic, señaló que «he visto una economía debilucha, que ha aumentado el desempleo. A lo mejor es injusto de mi parte hacer una evaluación definitiva a tan pocos meses».
Así resumió algunas impresiones acerca de la administración de Sebastián Piñera, quien respondió ni corto ni perezoso:
«Quiero discrepar respetuosamente con la expresidenta Bachelet (…) déjeme responderle con toda la fuerza y elocuencia de la verdad de los hechos: en los primeros cuatro meses (de su mandato), la economía ha crecido 5,2%», dijo.
Tres veces más que el incremento de la administración anterior, acotó Piñera.
Al margen, la ahora inminente Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos se refirió al caso de Lula da Silva, actualmente en prisión.
«En el mundo ha habido una cantidad importante de artículos y de reflexiones en torno a si el caso de Lula se ha ajustado a un debido proceso, si no se ha politizado obsesivamente en una sociedad que está bastante polarizada», comentó.
Al respecto abundó que «un proceso que es cuestionable y politizado», al punto que el propio Bernie Sanders y algunos miembros del Partido Demócrata estadounidense han señalado que debiera haber tenido la posibilidad de revisar aquello.
«Yo creo que él (Lula) es un hombre honesto, pero también porque le tengo cariño y aprecio, como a Dilma (Rousseff). Lo que se hizo (contra Dilma) fue claramente político y quienes llevaron adelante el proceso contra ella son personas que hoy día están presas», apostilló.
En su análisis, además del asunto puntual de Brasil, Bachelet se refirió a los asuntos de Nicaragua y Venezuela, acerca de los cuales deploró la violencia y ponderó las soluciones democráticas por la vía negociada.
Retomando el tema de Dilma opinó que se fue extremadamente duro con ella, a la vez que reconoció las hostilidades que sufrió (Bachelet) en sus dos mandatos en Chile, en particular en el segundo.
«Mientras yo era una gorda, José Miguel Insulza (exsecretario general de la OEA) era El pánzer. No hay que ser feminista para darse cuenta de que se es más duro con la mujer», anotó.
Santiago de Chile, 10 de agosto 2018
Crónica Digital /PL