‘No habrá una guerra y no negociaremos’, acotó, tras mencionar las contradicciones entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y su administración, cuando uno habla sobre un diálogo sin precondiciones y la otra de precondiciones.
El líder iraní dijo que un ejemplo claro de que no se puede confiar en Estados Unidos se deriva de su retirada unilateral del acuerdo nuclear suscrito en 2015 entre Teherán y el grupo 5+1 (EE.UU., Reino Unido, Francia, Rusia y China más Alemania).
‘No negociaremos con los estadounidenses como resultado del razonamiento preciso, la experiencia del pasado y las numerosas desventajas de negociar con un régimen deshonesto’, apostilló.
Tampoco habrá guerra, añadió, porque Irán nunca será el primero en iniciarla y los estadounidenses saben que en un conflicto recibirán un golpe más duro de parte del pueblo persa.
Jamenei condenó la reimposición de sanciones por Estados Unidos contra la República islámica, aunque explicó que Teherán puede resistirlas con un mejor desempeño de sus funcionarios.
El líder religioso precisó que los problemas económicos de Irán, más que por las presiones y sanciones norteamericanas se originan en la formulación de las políticas ejecutivas nacionales.
Por tal motivo, recabó de los poderes Legislativo y Judicial y de los colectivos sociales apelar al deber y atribuirse la facultad de cerrar paso a la corrupción.
Economistas y funcionarios coinciden en que el problema no es externo, sino interno, y no es que las sanciones carezcan de efecto, apuntó, pero si el desempeño del Gobierno es más eficiente, oportuno y fuerte, aquellas tendrán menos incidencia y se podrá resistir.
Teherán, 13 agosto 2018
Crónica Digital /PL