Lo que hoy parece casi un milagro, determinar objetos a una distancia tan grande como la Luna, dejará de serlo con la instalación en Chile hacia 2024 de telescopios gigantes en el entorno del desierto de Atacama.
Los cimientos de la cúpula del Telescopio Gigante Magallanes (GMT, por sus siglas en inglés), ya son una realidad en el cerro Las Campanas, a unos 50 kilómetros de Vallenar, en la norteña región de Atacama, y cerca de La Serena, en Coquimbo.
Tendrá 25 metros de diámetro, con siete juegos de espejos de los cuales tres ya están listos. El GMT, a más de dos mil 500 metros sobre el nivel del mar, hará posible distinguir objetos pequeños en manos de una persona en la Luna.
Pero si la capacidad de asombro ya es de por sí mayúscula, los avances de la astronomía harán de Chile la mayor potencia mundial del dominio, con el 70 por ciento de la capacidad de observación existente hacia el 2024.
En la primera fase de construcción, se incluye la excavación de la roca para poner el enorme pilar de concreto del telescopio y los cimientos del edificio que lo albergará, según informó el diario La Tercera.
Miguel Roth, argentino radicado en Chile hace años, es actualmente el representante de GMT, con experiencia en el Observatorio del cerro Las Campanas.
«Cinco de los ocho espejos que lo componen (uno es de repuesto y se rota mientras se hace mantención) ya están muy avanzados. Serán tres veces más grandes y 10 veces más potentes que los actuales de 8-10 metros», anotó Roth.
De forma paralela, en el cerro Armazones, 100 kilómetros al sur de Antofagasta y a más de tres mil metros sobre el nivel del mar, se dan los primeros pasos para la construcción del Telescopio Europeo Extremadamente Grande (E-ELT, por sus siglas en inglés).
Tendrá 39 metros de diámetro, cinco mil toneladas de peso y 80 metros de altura, con la expectativa de poder observar la longitud de onda de la luz visible, cerca de los infrarrojos.
«No hay otro lugar del planeta que se pueda comparar con las condiciones que se dan en el desierto de Atacama», afirmó Roth.
Por añadidura, Chile cuenta con 66 radiotelescopios desplegados en el desierto de Atacama, el más árido del orbe.
Se denominan Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA), enclavado a cinco mil 58,7 metros sobre el nivel del mar, y funciona desde hace siete años.
Santiago de Chile, 27 de agosto 2018
Crónica Digital /PL