‘La reacción de negación a priori observada por los Gobiernos de Colombia, Chile y México pareciera más bien una huida hacia adelante, cuyo análisis elemental lleva a prefigurar total desinterés hacia cualquier investigación objetiva’, escribió el ministro de Relaciones Exteriores.
El pasado domingo, el vicepresidente sectorial de Comunicación, Cultura y Turismo, Jorge Rodríguez, informó que fueron capturadas tres personas vinculadas en el magnicidio frustrado contra el jefe de Estado y alto mando político-militar venezolanos, entre ellos, el principal cabecilla Henryberth Enmanuel Rivas Vivas.
En ese sentido, el documento refleja que los Gobiernos de Chile, México y Colombia negaron las acusaciones, y no se dispusieron para colaborar con la investigación, ‘tienden por el contrario a victimizarse y a responder con expresiones destempladas, fuera de toda mesura diplomática’, enfatiza.
‘Venezuela esperaba la coherente y transparente colaboración internacional de dichas naciones a fin de conducir las necesarias investigaciones de sus instituciones sobre las evidencias recogidas de estos testimonios, con el objeto de aclarar los hechos’, expresa el texto.
Asimismo, Arreaza reiteró que las reacciones apresuradas de las autoridades chilenas y mexicanas, ‘sin lugar a dudas se prestan para que la extrema derecha venezolana, capaz de poner en riesgo la paz nacional, se sienta amparada por sectores opositores de la región para aumentar las ansias de violencia y muerte’.
El comunicado refiere que el ejecutivo de Venezuela seguirá investigando con objetividad los hechos ocurridos el 4 de agosto, igualmente presentará a la opinión pública nacional e internacional los resultados definitivos que ella arroje.
Caracas, 24 de septiembre 2018
Crónica Digital /PL
«Con la verdad no temo ni ofendo» Se pide que se investiga una presunta participación y/o complicidad en un hecho terrible. Aquí nadie acusa, son los autores materiales de un «magnicidio en grado de frustración» y una profunda investigación de sus comunicaciones, los que señalan a la Embajada Chilena junto a las de México y Colombia como protectores para trasladar a los terroristas hasta la frontera. Aquí lo que se pide es que se investigue. No hacerlo sería poco ético y daría para múltiples interpretaciones. Es que además, Colombia no es garantía absoluta para esclarecer ese acontecimiento y que, de tener éxito, hubiera puesto en peligro la vida de los propios terroristas. El presidente Piñera debe, en su conversación con Trump, debe ordenar dicha investigación y esclarecer su propia situación con la justicia del país del norte. Caso contrario, se podría especular que el flanco abierto, lo deja con suma fragilidad para el chantaje y los mandados sucios. Así sucede con su amigo Uribe-el campeón de los «falsos positivos» Así sucedió con el terrorista Posadas Carriles. No hay otro norte que investigar y velar por la autodeterminación y contra la injerencia.