Nacional

ANTE LA PARTIDA DE NUESTRO COMPAÑERO AMIGO Y HERMANO OSCAR PREGNAN

Crónica Digital 27 octubre, 2018

En la madrugada de hoy sábado 27 de octubre ha partido nuestro compañero, amigo y hermano Oscar Pregnan, luego de una prolongada enfermedad que culminó con una crisis cardiaca.

Oscar fue uno de los fundadores de Las Urracas en Chile y su presencia se remonta a la década del 50 cuando comenzábamos a reunirnos en la comuna de San Miguel en la cuidad de Santiago como un club juvenil que buscaba la forma de distraerse y ser útiles a la comunidad.

Lo recordamos un 19 de abril de 1958, cuando fue actor principal en el bautizo de Las Urracas, luego en la toma de terrenos en la población La Victoria.

Lo recordamos un 17 de mayo 1961 cuando comenzaba la primera comunidad de Trapería Emaús, como Urracas Chile y que tuvo como su primer responsable a Oscar.

Lo recordamos como responsable de Las Urracas en Temuco comenzando la presencia y nuestro compromiso con la causa Mapuche. Lo recordamos también como activo militante de Cristianos por el Socialismo y cuyo compromiso social lo llevó al exilio a Francia, con el rescate directo del Abbé Pierre y con el apoyo de muchos gobiernos que intervinieron por su liberación en Naciones Unidas. Lo que le significaría ser detenido y torturado a raíz del golpe de Estado y enviado al exilio en noviembre de 1973.

Lo recordamos en la década del 70 como exiliado en Francia organizando diferentes campañas de solidaridad con el pueblo oprimido de Chile y participando también en la vida del Movimiento Emaús, especialmente cercano a las actividades del Abbé Pierre, fundador del Movimiento.

Lo recordamos en su retorno a Chile colaborando en diversas actividades, sobre todo en el Equipo de Formación Popular, antes de iniciar su periodo de franco deterioro en su salud.

Nos duele su partida y estamos tristes, pero sabemos que su presencia y su legado seguirán vivos en Las Urracas y en especial en los que tuvimos la posibilidad y la alegría de trabajar junto a Oscar.

COMPAÑERO OSCAR PRESENTE

URRACAS EMAÚS CHILE

Santiago de Chile, 27 de octubre 2018
Crónica Digital

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Por Carlos Arrue: VINDICACIÓN DE LA POLÍTICA

Sáb Oct 27 , 2018

A propósito de un evento al cual fuimos invitados el fin de semana pasado en Iquique, que versaba sobre la vigencia del marxismo, se formuló una pregunta que estimo necesaria de responder. ¿Tiene sentido la militancia política? La crisis en política nunca es nueva. La política vive en crisis. Nuestra percepción sobre por qué y nuestra valoración sobre la influencia del paso del tiempo en la polític,a moldea para cada uno, una forma de ver la política en que probablemente aprecia más el pasado que el presente. Uno de los factores claves de ello, es la militancia en los partidos políticos. Tanto a fines de los años 60 e inicios de los años 70 como luego a fines de los años 80, Chile se caracterizó por una alta participación militante, generalmente muy comprometida y disciplinada. Épocas de gloria partidaria pasada y que, visto hoy, parecen evidenciar el fracaso de los partidos para mantener en sus filas a miles de compatriotas unidos por proyectos y sueños de transformación colectiva, muchos aun por materializarse. Uno de los elementos mas nocivos a la construcción de estos sueños colectivos ha sido, sin dudas, la utilidad que prestan los partidos como medio para poner a los suyos en cargos públicos. Esto, en estricto rigor, no es un problema a mi modo de ver. Es natural que en la conducción institucional se procure poner a “los propios” para asegurar la direccionalidad del proceso. Los inconvenientes surgen cuando “los propios” no están capacitados o son parientes; allí, comienza el descalabro y, lo más importante, la perdida de autoridad ética para continuar a cargo de un proceso. Es esa perdida de tipo ético moral, uno de los factores que redunda en la baja militancia hoy. ¿Y qué ha pasado? Hoy, surgen “nuevas” prácticas políticas, muchas de ellas referenciadas en prácticas anteriores que se pretenden superar. Se crean nuevos modos de convivencia, de dirección política y formas de participar. Se relativiza también el compromiso mas militante de asistir, trabajar y participar, que es propio de los partidos y se opta por sumarse a la crítica a éstos desde el lugar común, sin tener en cuenta lo positivo de la experiencia militante, tanto para las personas como para los procesos polítcos. Atrapados por la opinología interesada en vivir de la denostación de la actividad política, muchas “nuevas” prácticas se levantan no sobre la base de mejorar las formas cualitativas de participar, buscando nuevos principios, etc. sino que se levantan tomando distancia de los partidos, porque es lo más fácil. De esta forma, no hay interes real en conocer las experiencias militantes, no hay sintesis que permite superar las malas prácticas y no hay elaboración nueva; solo hay medidas y salvo muy casos puntuales, no se vislumbran verdaderas bases para un cambio de modo de organizarse políticamente. Uno de los “errores” mas frecuentes es querer hacer de los partidos instancias eminentemente democráticas alejándolas de la acción política concreta. De esta forma, en vez de ser instrumentos de política y politización, […]