Luego de una manifestación nacional el pasado 24 de octubre contra el sistema previsional, el presidente de Chile, Sebastián Piñera, defendió su reforma anunciada en televisión este domingo.
Pero los cambios con foco en las muy criticadas Aseguradoras de Fondos de Pensiones (AFP), fueron señalados por chilenos en las redes sociales como «limosnas para los trabajadores más vulnerables».
Otros se preguntaron cómo proponer la extensión de la edad de jubilación si muchas personas sufren el desempleo y cuestionaron el hecho de que la gente pide NO+AFP (el movimiento social del país), mientras el Gobierno responde con MÁS AFP.
Piñera se defendió y dijo que se trata de una reforma muy importante, «que significa un enorme esfuerzo para el sector privado», el cual deberá financiar gradualmente un cuatro por ciento de cotización adicional, y para el sector público, porque el costo total es de tres mil 500 millones de dólares.
La idea abarca transformaciones en los pilares de las cuentas de ahorro de los trabajadores y las pensiones estatales para los más necesitados existentes en la actualidad.
Asimismo, supone aumentar un cuatro por ciento de forma gradual y a cargo del empleador, la cotización en las cuentas de ahorro de los trabajadores, que se añadirá al alza del 10 por ciento mensual que actualmente paga cada trabajador de su sueldo bruto.
Dentro de las medidas adelantadas, aparece llevar a 70 años la edad de jubilación de los hombres y a 65 las mujeres.
Refirió además, que se fortalecerá el Pilar Solidario, el cual crecerá gradualmente hasta llegar a un 40 por ciento y va a pasar del 0,8 por ciento actual a un 1,12 por ciento del PIB.
Es decir, un incremento del gasto público para fortalecer ese Pilar Solidario cercano a los mil millones de dólares, que va a ser financiado con mayores aportes del Estado, anotó Piñera.
Santiago de Chile, 30 de octubre 2018
Crónica Digital /PL