Sin embargo, aclaró que se harían cargo de los gastos de viaje, hospedaje, alimentación y traslado interno de hasta 40 personas por delegación por lo que para muchos fue la confirmación de que en suelo argentino está descartado.
Ese ente anunció, además, que tras los hechos registrados el fin de semana último, cuando hinchas de River Plate arremetieron contra el ómnibus de Boca Junior a su llegada al estadio Monumental, provocando incluso afectaciones a sus jugadores, resulta prudente que el partido final no se juegue en Argentina.
En la calle la noticia es tema del día. Mejor ni pensar en eso, me da bronca que por algunos desatinados nos quedemos sin presenciar en vivo el partido de la historia, comentó a Prensa Latina un hincha con el rostro compungido.
Yo quería vivir esa experiencia con mi niño, qué enojo me da, me duele que seamos tan violentos cuando se trata de fútbol, decía otro que lo acompañaba.
Mientras las máximas autoridades definirán el día, la hora y el lugar y muchos especulan que se jugará en el estadio Defensores del Chaco, hay enojos también por parte del presidente de Boca Junior, quien pide la descalificación de River y su proclamación como campeón de la Copa Libertadores.
‘No aceptamos jugar ningún partido’, expresó un molesto Daniel Angelici , tras ratificar que el Xeneize reclamará ante todas las instancias administrativas, incluso ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo.
Buenos Aires, 27 de noviembre 2018
Crónica Digital /PL