Por Antonio Rondón García
Al menos mil 702 periodistas se acreditaron para participar hoy en la batalla por lanzar una pregunta interesante, actual y llamativa para el presidente Vladimir Putin, quien inició las conferencias anuales en 2001.
Tal práctica, que tuvo un paréntesis entre 2008 y 2012, cuando Putin fungió con Primer Ministro, se convierte cada año en todo un concurso en cómo llamar la atención del jefe de Estado ruso, en medio de una masa de colegas que esta vez implantaría un nuevo récord.
Desde una ropa llamativa en las periodistas, carteles con frases exóticas hasta anuncios en blog o en entrevistas a otros colegas antes de iniciarse el evento, forman parte de la estrategia para hacerse sentir y formular la deseada pregunta.
El ‘concurso’ se vuelve más dramático entre los medios de difusión regionales rusos, pues muchos viajan desde lejanos parajes, incluso con días de antelación, para plantear problemas en los que muchas personas pusieron empeño para darlos a conocer.
La sede desde 2013, el Centro Mundial de Comercio, en la ribera de Moscú, se convierte en una zona agitada, a donde llegan desde muy temprano (cuatro horas de antelación) los periodistas para tener tiempo de pasar los controles de rigor en estos eventos.
Como compensación, los organizadores se preparan especialmente para ofrecer un variado menú a quienes deberán permanecer por al menos cuatro horas, según las últimas versiones, sin pensar en otra cosa que no sea oír las respuestas de Putin.
El mandatario ruso es todo un recordista. En 2001, cuando estrenó el referido formato, respondió preguntas por espacio de una hora y 33 minutos. El año pasado superó las cuatro horas y media y este año nadie sabe hasta dónde puede llegar.
Los estadistas se fijan en todo. En 2017, el Presidente respondió 17 preguntas de temas internacionales, 15 de economía, ocho de política interna, dos personales y de otros temas, incluido el electoral, pues las presidenciales fueron en 2018.
Para esta ocasión, el portavoz del Krmelin, Dmitri Peskov, espera preguntas sobre la compleja situación internacional, con varios conflictos, en cuya solución es visible el papel de Rusia, opinó.
La economía, los temas de las regiones rusas y de las personas comunes también estarán entre los más esperados, consideró.
En 2017, el 45 por ciento de las preguntas lo formularon medios de difusión federales rusos, el 36 fue de la prensa regional y el 16 de la foránea.
La provocación ucraniana el pasado 25 de noviembre cerca del estrecho de Kerch, el bajo nivel de nexos entre Rusia y Estados Unidos, la paz en Siria y la guerra comercial Beijing-Washington, es muy probable que figuren entre los temas internacionales.
El salto socioeconómico planteado por Putin para el próximo sexenio, la reforma de pensiones, el desarrollo del Lejano Oriente y la distribución de los ingresos, entre otros, podrían estar entre los asuntos de interés nacional, adelanta la prensa local.
Siempre, como suele ocurrir en estas conferencias, aparece el interés sobre asuntos personales del mandatario ruso y esta vez tampoco sería una excepción, estiman analistas.
Unas 15 cámaras instaladas en la sala de la conferencia de prensa, incluidas algunas móviles, seguirán esta jornada un verdadero reto de la oratoria para el jefe de Estado.
Moscú, 20 de diciembre 2018
Crónica Digital /PL
