Los jóvenes son hoy uno de los sectores más críticos de la sociedad chilena ante los principales acontecimientos que marcaron la vida del país en 2018, como el problema mapuche, la crisis de la Iglesia católica o la política migratoria.
Así lo revela la encuesta «Participación, jóvenes y consumo de medios», que por décimo año realizan la Escuela de Periodismo de la Universidad Diego Portales y la Feedback, especializada en investigaciones de opinión pública.
Sobre las reivindicaciones del pueblo mapuche, el 71 por ciento de los consultados respalda la devolución a las comunidades de los territorios históricos y que alcance mayor autonomía en la administración de su territorio.
Unos 69 de cada 100 aprueban que se retiren del territorio mapuche las Fuerzas Especiales de Carabineros y que se asegure la representación del pueblo mapuche en el Poder Legislativo.
Sin embargo, las esperanzas de que el problema entre el Estado chileno y las comunidades mapuches se resuelva es muy baja, pues 63 por ciento lo considera poco probable o muy poco probable.
Otro asunto en el cual los jóvenes son muy críticos es el relacionado con los numerosos escándalos de abusos sexuales en el seno de la Iglesia chilena destapados a lo largo del año, y al respecto la encuesta no deja dudas pues el 86 por ciento dijo tener poca o ninguna confianza en la Iglesia, aunque un tercio de los consultados se identifica con el catolicismo.
Al mismo tiempo el 85 por ciento considera deficiente el desempeño de la jerarquía católica del país ante las denuncias de abusos sexuales y el 65 por ciento no confía en que las medidas tomadas por la jefatura eclesiástica vayan a terminar con los desmanes de los sacerdotes.
Sobre el tema migratorio, que ocupa buena parte de la agenda del gobierno de Sebastián Piñera para «poner orden» en el país, los jóvenes aprecian positivamente la entrada de extranjeros, pues el 43 por ciento cree que no influyen en el aumento de la delincuencia, el 46 opina que los inmigrantes aportan a la cultura nacional y el 42 considera que contribuyen al fomento de la economía.
En estos tres acápites, solo 26 por ciento dice que los extranjeros influyen en el incremento de los delitos, 24 de cada cien entienden que no aportan a la cultura y 22 por ciento piensa que son un problema para la economía.
Pero en contraste con esos criterios, el 40 por ciento de los jóvenes consultados cree que los chilenos son más racistas que los jóvenes de otros países sudamericanos; 36 por ciento cree que los chilenos son igual de racistas y solo 20 de cada cien, que el racismo en este país es menor que en otras naciones del área.
Santiago de Chile, 25 de diciembre 2018
Crónica Digital /PL