Según los cálculos, esa supuesta empresa pagó 15 millones de dólares a una compañía de Arabia Saudita que, a su vez, lo ayudó a obtener un crédito para lidiar con las pérdidas de inversiones personales.
Ghosn fue encerrado a mediados del mes pasado por fraude en el reporte de su salario y el uso de dinero de Nissan para financiar viajes familiares, cenas privadas y rentas de casas de lujo en las ciudades de Río de Janeiro (Brasi), Beirut (Líbano), París (Francia) y Ámsterdam (Países Bajos), más otras actividades ilegales.
A esos cargos, recientemente le sumaron otros por violación de confianza agravado y ocasionar daños financieros a la automotriz por intentar que ésta asumiera las pérdidas de una firma personal tras estallar la crisis de 2008.
Según la Fiscalía explicó en un documento, Ghosn trató que los pagos -ascendentes a 14,7 millones de dólares- se hicieran a una tercera persona desde junio de 2009 hasta marzo de 2012 por una filial de Nissan.
Junto a él, también estuvo detenido por conspiración un cercano colaborador Greg Kelly, pero consiguió la libertad bajo fianza hace una semana.
Tokio, 31 de diciembre 2018
Crónica Digital /PL