La tensa confrontación en norte sirio implica en el terreno a fuerzas kurdas aliadas a Estados Unidos, otras que piden ayuda de Damasco, tropas turcas y terroristas que tratan de sostener el último bastión organizado que mantienen en este país del Levante.
De igual forma, implica áreas de las de Idleb, Raqqa y Deir Ezzor y una al oriente del río Eúfrates, donde aún hay remanentes del Estado Islámico, Daesh en árabe, con un estimado de efectivos en total de más de 80 mil hombres con todo tipo de armas menos aviación.
Es justamente, la más compleja situación que enfrenta Siria como estado soberano luego de liberar algo más del 90 por ciento del territorio nacional de elementos de las organizaciones terroristas con el apoyo de milicias aliadas y el respaldo de las fuerzas aeroespaciales de Rusia a partir de septiemnre del 2015.
Espectadores activos siguen siendo, directamente en el terreno Siria, Turquía, Rusia, Francia y Estados Unidos, ahora con cierta marcha atrás para retirar los efectivos que dislocaron en más de una docena de bases en toda la región indicada.
Junto a intensas negociaciones a partir de Ginebra, Suiza, Astaná, Kazajastán, y Sochi, Rusia, este último país junto a Turquía, Irán y el beneplácito de Siria, intentaron, tras marginar a Estados Unidos, de practicar acuerdos y limitar la acción de los extremistas más radicales.
Al respecto, la zona de distensión propuesta entre áreas colindantes de Alepo, Hama e Idleb, apenas funcionó y la organización dominante en esta última provincia, la Junta para la Liberación del Levante, otrora Al Nusra, junto a otras menores coaligadas, nunca la respetó.
En la práctica, el exAl Nusra gana posiciones frente a organizaciones respaldados por Ankara y se enfrenta a todo el que se le opone, incluídas los Grupos de Autodefensa Kurdas (YPG) y las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) y toma localidades como la de Atarib, en los límites con Turquía y la provincia de Latakia.
Mientras, las tropas del Ejército sirio mantienen las posiciones acordadas en las sucesivas treguas y responden a continuados ataques de efectivos extremistas sin avanzar hacia las áreas previamente dispuestas en la zona de distensión.
Al menos por ahora, la sensatez no parece primar en las posiciones de exAl Nusra, el silencio de Turquía y el manejo saboteador de Estados Unidos, cuyo enviado especial a Tel Aviv, el asesor de Seguridad Nacional, John Bolton, reiteró el respaldo total al primer ministro Benjamín Netanyahu.
Para expertos y analitas, medios políticos o de prensa, la tensa confrontación presente no tiene una salida militar por las impredecibles consecuencias y solamente negociaciones diplomáticas ante tanto factores en pugna, podrían vislumbrar una luz en el difícil camino por la paz en Siria.
Damasco, 8 enero 2019
Crónica Digital /PL