Los diseñadores programaron en el sistema las palabras y frases específicas, además de los datos numéricos, como la temperatura del paciente, típicos para diferentes enfermedades. En total se utilizaron 101,6 millones de puntos de datos para entrenar al programa.
Los resultados demostraron que la inteligencia artificial pudo diagnosticar la fiebre glandular (también conocida como mononucleosis), la roséola, la gripe, la varicela y la fiebre aftosa humana con una precisión de entre el 90 y el 97 por ciento.
Los investigadores admiten que la precisión de la diagnosis de la inteligencia artificial es mejor que la de los médicos con poca experiencia, aunque los más expertos realizan la tarea con mayor éxito que el programa.
Londres, 13 de febrero 2019
Crónica Digital /PL