La vida de Jorge Insunza Becker está entramada, inserta y plagada de momentos y procesos relevantes y decisivos para el proyecto popular chileno, especialmente del período que comienza con el ciclo de acumulación de fuerzas, en el siglo pasado, y que tiene su principal hito en la conquista del gobierno de la Unidad Popular.
Origen provinciano, del Sur, una infancia marcada por el campo.
Formado en la educación pública, luego estudiante y titulado de Ingeniero Civil en la Escuela de Ingenería de la Universidad de Chile.
Marxista, militante comunista y de amplia actividad político intelectual, incluso reconocida con respeto en el riguroso mundo académico de la ex Unión Soviética y del campo internacional de las fuerzas comunistas y revolucionarias.
Serio. De carácter fuerte. Pero también de una intensa sensibilidad. Cultivó con rigor el debate, la unidad de acción y la dirección única como asuntos preciados y que dan al partido la fortaleza que requiere para luchar.
Respetado y temido por sus adversarios ideológicos y políticos. Cultivó intensamente la necesidad de argumentar las ideas y los principios; agudo y brillante polemista, de esa antigua tradición, que hoy echamos de menos en el actual mundo político y mediático, tan cautivado por la intrascendencia y la cuña fácil, pero “pegadora”.
La política de alianzas del Partido Comunista de Chile; su prensa partidaria; su actividad parlamentaria hasta el golpe fascista; la lucha en el exilio y, la lucha contra la dictadura, en y desde Chile, a partir de la década de los ochenta del siglo pasado, son todos pasajes en los cuales Jorge Insunza Becker juega y tiene roles destacados.
Fue un realizador de la política de su partido, y eso, que poco se conoce públicamente, es un inmenso valor para un militante comunista chileno.
Supo, con estoicismo, enfrentar ese tremendo golpe que significó la caída de la URSS y los socialismos reales. Para él, eran un referente político, identitario, histórico, doctrinario, frente a la lucha en contra del imperialismo y del capitalismo.
Fue un golpe duro.
Pero mantuvo posiciones y siguió adelante, junto a su partido.
Y hay momentos en la vida que tales gestos marcan y trascienden la vida de un militante, y de su partido. Más cuando se ocupan cargos dirigentes.
Fue clave en el trabajo del comando de campaña presidencial de Gladys Marín. Desplegó allí su vasta experiencia, sus conocimientos, sus habilidades tácticas.
Fue determinante en la política de alianzas que se expresó en el MIDA; en el JUNTOS PODEMOS; y siempre mantuvo la acción de abrir y abrir alianzas para romper la exclusión y generar mayorías nacionales transformadoras. Fortaleciendo siempre la identidad de izquierda.
Fue encargado de relaciones internacionales y de relaciones políticas del Partido Comunista de Chile, en los últimos años de militancia activa. Pero Jorge Insunza ejercía su función de dirigente asumiendo tareas en prácticamente todos los planos de la vida partidaria, en donde se le consideraba necesario.
En la lucha en contra de la dictadura, clandestinamente, jugó roles en el trabajo de agitación y propaganda; en las relaciones políticas; en la construcción de alianzas.
En el gobierno popular, fue un importante interlocutor del partido en el gobierno; en la Unidad Popular, y también con otras fuerzas de izquierda, como el Movimiento de Izquierda Revolucionario, MIR.
Su legado es amplio y vasto. Las nuevas generaciones sabrán recogerlo.
Su partido, el Partido Comunista de Chile, lo tiene en su presente y en su futuro.
Por Juan Andrés Lagos
Periodista
Miembro de la Comisión Política
y del Comité Central del Partido
Comunista de Chile.
Miembro del Consejo Editorial de Crónica Digital.
Santiago de Chile, 17 de marzo 2019
Crónica Digital