El Encuentro por el Entendimiento y la Paz que desde hace más de un mes sostienen el gobierno y la oposición en Nicaragua, inicia hoy su última semana de trabajo, prevista para concluir el próximo miércoles.
Así lo acordaron las partes el pasado jueves 28 en ocasión de cumplirse el plazo previsto inicialmente en la hoja de ruta de la mesa de negociaciones.
El diálogo llega a su tramo final con la sombra de hechos violentos ocurridos el sábado anterior en un centro comercial de la capital, donde la oposición realizó una llamada protesta exprés (diseñada para pequeños grupos de personas y apenas unos minutos de duración) con su correspondiente amplificación mediática.
En un comunicado divulgado la víspera, la delegación del gobierno nicaragüense ante la mesa de negociaciones condenó los actos de violencia disfrazados de protesta cívica que desde hace tres sábados acontecen en Managua.
Declaramos ante nuestro pueblo, y ante la comunidad internacional, nuestra condena por los hechos de delincuencia y violencia protagonizados durante los últimos tres sábados, y de manera particular ayer 30 de Marzo, enunció el texto.
En esas fechas puntos específicos de una céntrica avenida capitalina fueron escenario de convocatorias de la opositora Unidad Azul y Blanco para protestas, en desconocimiento de los avances de la mesa de negociaciones, explicó el texto.
Cada intento ha sido prohibido por la Policía Nacional de acuerdo con sus facultades ante la ley, sin embargo los grupos opositores desafían a los uniformados alterando el orden público, las actividades comerciales y el derecho de la ciudadanía al libre movimiento, analizó el comunicado.
Este último sábado la situación subió de tono cuando los «manifestantes pacíficos», como insisten en llamarles la oposición y los medios de comunicación afines, se adueñaron del exterior del céntrico establecimiento comercial privado Metrocentro y agredieron a mujeres, niños, y propinaron una brutal golpiza a un hombre de 70 años.
En un intento de replicar los trágicos sucesos que vivimos el año pasado, condenados por las mayorías en Nicaragua, estos individuos violentos, entre los cuales hay miembros de la autollamada Alianza Cívica, integrados a la mesa de negociación, hacen gala de discursos y actitudes ofensivas, de odio y discriminación, así como de rechazo al avance de los Acuerdos que se han venido tomando en la mesa, indicó el comunicado.
Ante tal actitud la delegación gubernamental «reclama a la Alianza Cívica, coherencia, y consistencia, con el interés supremo de las familias nicaragüenses que quieren y merecen la paz», enfatizó el documento.
Managua, 1 marzo 2019
Crónica Digital /PL
