Desde el momento de instalarse en la moneda en este último periodo de gobierno, Sebastián Piñera mostro su lado más extremo. La primera muestra de ello es la conformación de su gabinete con un importante contingente pinochetista; A. Chadwuick en interior, A. Espina en defensa, H. Larraín en justicia, (con su famoso neteo, ya que los jueces son de izquierda, según él), C. Pérez y su discurso “NOSOTRO GANAMOS” como si esto le diera al gobierno la prerrogativa de hacer lo que quiera, como si no hubiese una oposición con mayoría en ambas cámaras.
El siguiente paso a la derecha lo da, de la mano del Comando Jungla (grupo formado en Colombia por instructores altamente especializado en guerra de guerrillas, que han combatido por más de cincuenta años a los grupos guerrilleros de ese país). La militarización de las zonas Mapuche provoca la muerte o mejor dicho el asesinato de Camilo Catrillanca, esto sin consecuencias políticas para el gobierno, se registra solo la renuncia del intendente. Dentro de la zona mapuche se producen sospechosos focos de incendio que llevan al gobierno a declarar zona de acepción a la novena región y a parte de la octava, y así legalizar la militarización del sur de Chile.
La larga y angosta faja de tierra le quedo chica al Presidente, y como si los problemas propios de un país no fueran suficientes, se embarca en la irracional intervención en asuntos de otros países, viajando a zonas de alta conflictividad y poniéndose en riesgo y desvalorizando la dignidad del cargo que recibió del voto de su gente. Demás está decir que ese viaje a Cucuta en la frontera entre Colombia y Venezuela rayo en el más absoluto fracaso.
La derechización se hace carne, cuando de visita a los Estados Unidos el Señor Presidente de Chile, sitúa la bandera Chilena en un Pequeño recuadro de la bandera estadounidense, de nuevo la dignidad del cargo de presidente la usa para trapear el piso de la Casa Blanca.
La derecha chilena quiere quedar en la historia de América del sur, y de la mano con el Ultra dependiente de los Estados Unidos, el señor Presidente de la República de Colombia, don Iván Duque Márquez, se lanzan a la aventura derechista suramericana llamada PROSUR, como si el futuro de la región estuviera firmado y timbrado, con la derecha en el poder.
La necesidad de una oposición unida, respetuosa de la gente, coherente y consecuente, es lo que se espera, para aguantar a esta derecha desatada.
Por: Miguel Ángel González Jara
Santiago de Chile, 3 de abril 2019
Crónica Digital
esta derecha no haya de que palo ahorcarse …. sinceramente