La idea de una nueva fase de la defensa de la propiedad intelectual, ante una mayor digitalización de contenidos y su forma de divulgación, quedó plasmada hoy en el foro IPQuorum 2019, en la ciudad rusa de Kaliningrado.
Con la participación de más de mil 500 delegados de 30 países, el evento se inauguró esta jornada en el Centro de Congresos de la ciudad de Svetlagorsk, a orillas del mar Báltico, con el reto de buscar soluciones a la protección de la propiedad intelectual en la era digital.
El anfitrión del foro, el gobernador del occidental enclave ruso de Kaliningrado, Anton Alijanov, destacó que en su región trabajan 20 compañías en la esfera de la propiedad intelectual, un asunto que está seguro posee visibles beneficios económicos.
Durante la sesión plenaria del evento, donde participaron representantes del Gobierno, dirigentes de la prensa, órganos de control y el ministerio ruso de Cultura, se puso el dedo sobre la llaga del siempre discutido tema de la propiedad intelectual.
Los expositores en el citado plenario destacaron que solo en Rusia se creó un ente como el IPChain, para unir esfuerzos de órganos del estado, entidades privadas de defensa de iniciativas emprendedoras y otras instituciones, las que en otras naciones actúan por separado, afirmaron.
El objetivo de unir todo en un conglomerado consiste en orientar mejor, tanto a quienes necesitan proteger la idea de su innovación, como a quienes desean hacer uso legal de esas iniciativas, explicó el viceministro ruso de Cultura Pavel Stepanov.
Buscamos, además, crear condiciones para un proceso mucho más barato y accesible para pequeños emprendedores o empresas que miran con desagrado el alto costo de entidades dedicadas al registro y protección de la propiedad intelectual, señalaron los organizadores del evento.
De tal situación se aprovechan grandes consorcios, que rastrean por todo el orbe cómo comprar ideas a bajo precios a personas carentes de un mecanismo accesible para sus economías para el registro de la propiedad y IPChain pretende cumplir esa función, indicó Stepanov.
Por otro lado, explicó el gobernador de Kaliningrado, una región convertida en una gigantesca zona de libre comercio, la competencia no solo viene, por ejemplo, en el caso de los fármacos, desde el exterior, pues dentro del país también existe una fuerte presión.
Sin embargo, Liudmila Novasiolova, presidente del Tribunal de Propiedad Intelectual, consideró que como afirma un proverbio chino, cuando soplan vientos de cambio es mejor ser molino que muro. El primero, ayuda al desarrollo, el segundo, lo frena, explicó.
Novasiolova se refería en ese sentido, a la necesidad de dejar a un lado los temores y adentrarse en la defensa intelectual en el campo digital, cuando la Internet define, decide y produce muchas cosas, en especial ingresos y contenidos.
Las condiciones para combatir la piratería cambian, pues se enfrenta la paulatina desaparición de los portadores materiales (CD, DVD, productos impresos) que pasan a la red de redes y son sometidos a una descontrolada y veloz divulgación en una esfera muy poco normada.
El 30 por ciento de los registros de propiedad intelectual se produce en la economía industrial, mientras que Rusia está casi el doble por debajo de las solicitudes tramitadas en Estados Unidos, y China triplica los parámetros en ese sentido de este país.
Claro que algunos expertos consideran que Rusia aventaja a muchas otras naciones en cuanto a la calidad de los registros de propiedad intelectual y su puesta en práctica.
El foro en el Centro de Congresos de Svetlagorsk, en la rivera del mar Báltico y en el borde norte de Kaliningrado, se realiza en medio de un paisaje que imita la antigua Prusia Oriental y donde se crea espacio para resolver retos de la acelerada y apabullante digitalización.
Por Antonio Rondón García
Kaliningrado, Rusia, 10 de abril 2019
Crónica Digital / Prensa Latina.