Añade que del total de viviendas que se necesitan, el 58 por ciento corresponde a nuevas unidades, y el resto a las que deben ser reemplazadas por el deterioro de las existentes.
Proporcionalmente, los mayores déficits se presentan en las norteñas regiones de Tarapacá y Atacama, con 18 por ciento de las necesidades insatisfechas y Arica Parinacota, con 15 por ciento.
Según Patricio Donoso, presidente de la CChC, los antecedentes que existen indican que en 2018 no se aprecia ninguna tendencia de que este escenario se haya revertido, sino que podría haberse profundizado.
El estudio revela que en las familias de menores ingresos el déficit habitacional aumentó 10 por ciento entre 2015 y 2017, pero es peor en los sectores medios, entre los que se incrementó en 28.
Asimismo el 10 por ciento del déficit total, equivalente a unas 70 mil familias, corresponde a inmigrantes, cifra que sigue incrementándose, declaró Javier Hurtado, gerente de Estudios de la CChC.
De acuerdo con la investigación influye directamente en esta situación la persistente alza en los precios del suelo y de las viviendas, junto a la mayor dificultad para acceder a créditos hipotecarios.
Según la CChC, ello impone ‘la necesidad de revisar las políticas urbanas en Chile’ y desarrollar una planificación urbana integrada y a largo plazo, impulsar ‘una potente política de arriendos sociales’ con participación público-privada.
Santiago de Chile, 11 de abril 2019
Crónica Digital /PL