Asimismo, está previsto un reporte de la representante especial de la ONU para niños y conflictos armados, Virginia Gamba.
Luego, se efectuarán consultas a puertas cerradas de los miembros del Consejo de Seguridad con el general Michael Lollesgaard, presidente del Comité de Coordinación de Reubicación (RCC) y jefe de la misión de Naciones Unidas para apoyar el Acuerdo de Hodeida.
Actualmente, la ONU lidera un proceso de diálogos con el fin de lograr una desescalada en algunas regiones en Yemen, como la ciudad de Hodeida, pero muchos señalan que existe un estancamiento.
Desde inicios de año, los miembros del RCC -bajo los auspicios de Naciones Unidas- se reúnen con las partes en conflicto de cara a concretar los convenios establecidos a finales de 2018 para la estabilidad en el país, incluido el Acuerdo de Hodeida sobre un cese al fuego y la redistibución de las tropas.
La composición de las fuerzas de seguridad locales en Hodeida, ciudad portuaria bajo el control de los hutíes, resulta uno de los puntos álgidos de las dicusiones, así como los temas del intercambio de prisioneros y una Declaración de Entendimiento sobre Taiz.
Según cifras de la ONU, más de 24 millones de personas (el 80 por ciento de la población) necesitan ayuda humanitaria en Yemen y 20 millones padecen inseguridad alimentaria, con aproximadamente 10 millones en riesgo de hambruna.
Asimismo, se incrementan los desplazamientos debido a la escalada del conflicto en áreas fuera de Hodeidah, y Naciones Unidas reitera la necesidad de proteger a los civiles y dar acceso a la asistencia. De acuerdo con el organismo multilateral, Yemen padece una de las más largas crisis humanitarias del mundo debido, en gran medida, al conflicto que enfrenta a tropas gubernamentales con rebeldes hutíes. La crisis escaló en 2015 con el comienzo de bombardeos de una coalición antiinsurgente liderada por Arabia Saudita.
Naciones Unidas, 15 abril 2019
Crónica Digital /PL