¿Cómo resumir la vida de alguien en una página? ¿Cómo sintetizar la trayectoria de quien pareció darlo todo por los demás? ¿Cómo reconocer en otro un conjunto de virtudes, sin caer en lo excelso? Simple y muy complejo a la vez. No obstante, esa parece haber sido la vida de Rubí Maldonado Parada, médico gineco-obstetra de profesión, pero por sobre todo una mujer de valores imbatibles y de una ética a toda prueba. Ella es –por lo demás- la que aparece reflejada en la serie: RAMONA de Andrés Wood; la médico exonerada en dictadura, la autora del libro “Ellos quedaron con nosotros” (LOM-Ediciones) y en cuyo texto se recoge la verdad respecto del trágico destino de los médicos detenidos desaparecidos y ejecutados, durante la dictadura cívico-militar, impuesta en Chile a base de persecución, represión, exilio, tortura y exterminio de compatriotas, sin distingo de ninguna naturaleza, por el sólo hecho de pensar y trabajar -personales y colectivamente- por una mayor justicia social y la sencilla e irrealizable utopía de un país mejor para todas y todos.
La doctora Rubí Maldonado Parada, entre muchas de sus tareas, fue también presidenta de la Corporación Villa Grimaldi, ahora emblemático memorial de la que otrora fuera una de las ciénagas más horrorosas de la DINA, el brazo sanguinario de la Junta Militar, asesorada y aplaudida de manera cómplice por muchos de los que, hasta ahora, ostentan importantes cargos en la derecha política chilena.
Pero la vida me brindó el privilegio haber sido su paciente por tantos años. Así -la querida Rubí- trajo al mundo a más de cuatro mil niñas y niños, entre ellos a mis hijos: Ariel y Gabriela. Fueron años de acompañamiento en el largo y a veces extenuante camino de mis transformaciones femeninas. Recomendada una y mil veces por y para que muchas amigas, conocidas, hijas de detenidos desaparecidos, ejecutados, exiliados, presas políticas, y de tantas y tantas mujeres que compartimos y comparten historias comunes, a veces tan dolorosas, pero esperanzadoras a la hora de resumir la vida.
Y con la satisfacción del deber cumplido, la querida Rubí Maldonado Parada ¿se retira? (valga lo interrogativo del cese de sus funciones médicas). Es que resulta increíble suponerla lejos de sus labores de médico obstetra, pero sobre todo del inmenso amor con que ella ha cumplido día a día sus altas funciones. Si así fuera, se le echará mucho de menos, por su calidad y calidez humana, por su sonrisa sincera, por brindarnos todo su tiempo en atendernos de manera integral, por su preocupación verdadera y esa amistad forjada a través de todos estos años.
Y si su retiro es ya un hecho de la vida, de su vida, de nuestras vidas, lo hace con la mayor dignidad, con el cariño de tantas y tantos, con el reconocimiento de sus amigas-pacientes y a la vez pacientes-amigas.
Recibe –queridísima Rubí- toda nuestra gratitud, la mía en particular, en la certeza de que la vida de muchas de nosotras no fue la misma después de conocerte y conocernos. Te deseamos toda la felicidad que tú mereces.
Por Gladys Antezana Nuñez
Santiago de Chile, 18 de abril 2019
Crónica Digital