La actual administración de Estados Unidos reanimó la Doctrina Monroe y la aplica en toda su extensión en aquellos aspectos que le conviene para aplastar la soberanía e independencia que puedan demostrar los estados, denunció la vocera de la Cancillería rusa.
La portavoz afirmó que ello se realiza para poner la política de esas naciones en interés de la posición de Estados Unidos y, claro está, para adueñarse de los ricos recursos de la región mediante acciones fuera del marco legal de las relaciones comerciales.
Estamos en contra de cualquier sanción. Solo se pueden aplicar sobre la base de una decisión de la ONU y del derecho internacional, donde se tienen en cuenta los intereses de un grupo de naciones, comentó la portavoz oficial.
Zajarova recordó que Rusia observó las medidas que se aplicaron en relación con Cuba durante la administración del mandatario norteamericano Barack Obama. Era una política diferente a la actual, estimó.
Por eso consideramos que no se trata de una política a nivel de estado, ni tampoco una política que responda a los intereses del pueblo norteamericano, sino que conviene a un grupo político específico, observó la diplomática al comentar las medidas anticubanas.
Aquí todo depende de la posición de las naciones en la región y si son capaces de ceder a la presión de Estados Unidos, afirmó la diplomática al comentar el apoyo expresado por algunos países a la política de sanciones de Washington contra Venezuela, Nicaragua y la nación caribeña.
La historia de Cuba, en su resistencia contra el bloque económico, comercial y financiero de Estados Unidos, debería enseñar a muchos, declaró la portavoz, en clara alusión al rechazó de la comunidad internacional contra el cerco norteamericano contra la isla.
Tan pronto cedes a las presiones, parar al país que las impone resulta imposible y la única regla aquí es conservar la soberanía, la legalidad, el respeto al derecho internacional y la independencia, basada en institutos democráticos de los que tanto habla Washington, consideró.
Texto y fotos: Antonio Rondón García |
Simferopol, 18 abril 2019
Crónica Digital /PL