Por eso, en nuestros esfuerzos de búsqueda nos hemos centrado en encontrar NEO (objetos cercanos a la Tierra) cuando están más lejos de la Tierra, expresó.
Se trata de una tarea difícil, los NEO son intrínsecamente débiles porque en su mayoría son realmente pequeños y están muy lejos de nosotros en el espacio, comentó.
A esto hay que añadir el hecho de que algunos de ellos son tan oscuros como el tóner de la impresora, y tratar de detectarlos contra el negro del cosmos es muy embarazoso, agregó.
Ante esa realidad, el equipo de Mainzer aprovecha una característica de los NEO: su calor, porque los asteroides y los cometas son calentados por el sol y, por lo tanto, brillan intensamente en las longitudes de onda térmica (infrarrojo).
Eso hace que sean más fáciles de detectar con el telescopio de exploración por infrarrojos de campo amplio de objetos cercanos a la Tierra (Neowise, por sus siglas en inglés), señala un artículo publicado en un boletín de la Sociedad Americana de Física.
Con la misión Neowise podemos detectar objetos independientemente del color de su superficie y usarlos para medir sus tamaños y otras propiedades de la superficie, dijo Mainzer.
El descubrimiento de las propiedades de la superficie de NEO proporciona al equipo una idea de la dimensión de los objetos y de qué están hechos, para montar una estrategia defensiva contra un NEO que amenaza la Tierra, consideran los expertos.
Le estamos proponiendo a la NASA un nuevo telescopio, la Cámara de Objetos Cercanos a la Tierra (NEOCam, por sus siglas en inglés), para hacer un trabajo mucho más completo de mapear las ubicaciones de los asteroides y medir sus tamaños, adelantó Mainzer.
Washington, 17 abril 2019
Crónica Digital /PL