El ex Presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, preso desde hace más de un año, consideró que el problema de su país se resuelve con libros y escuelas, durante una entrevista con la cadena británica de radiodifusión BBC.
El mandatario Jair Bolsonaro “acaba de hacer un decreto acabando con todos los consejos populares que se crearon a partir de la Constitución de 1988… es un enfermo y cree que el problema de Brasil se resuelve con armas, los problemas de Brasil se resuelven con libros, con escuelas”, declaró Lula al periodista Kennedy Alencar en la sede de la Policía Federal en Curitiba, capital del sureño estado de Paraná.
Tal crítica aflora en momentos en que Bolsonaro firmó un decreto que autoriza a camioneros, legisladores, periodistas, agentes de seguridad privados, abogados y otros grupos a portar armas.
La ONG Sou da Paz consultó datos del Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas y de la Confederación Nacional de Transportes para llegar a la conclusión de que 19,1 millones de ciudadanos están en condiciones de solicitar autorización para circular con armas.
El presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, declaró que va a analizar la constitucionalidad de la medida.
Analistas consideran que la orden contribuirá a la creciente suma de más pérdidas de vida por armas de fuego en Brasil, donde casi 12 millones de personas viven en las favelas, manchadas de sangre y pólvora por bandas delincuenciales.
Durante la entrevista, Lula, de 73 años, reitera una vez más que “la única cosa que me interesa es mi inocencia y por ella voy a pelear por ella hasta los últimos días de mi vida”.
Hizo alusión además sobre la elección de esta gigante nación sudamericana para albergar la Copa de Mundo de fútbol en 2014 y las Olimpiadas de 2016, y consideró que fue una “oportunidad mal aprovechada por Brasil, que estaba tomado de odio”.
Dijo esperar que Bolsonaro “aprenda, por el bien de Brasil” a guiar al país.
El ex gobernante hizo estas declaraciones en una segunda entrevista después de ser autorizado por el Supremo Tribunal Federal a dialogar con la prensa. Una primera parte de la conversación fue publicada hace una semana.
Desde el 7 de abril de 2018, Lula permanece en prisión por supuestamente haber recibido un lujoso apartamento triplex en la ciudad de Guarujá, en el litoral de Sao Paulo, de la constructora OAS, a cambio de favorecer a la compañía. En febrero, recibió otra condena por las reparaciones que las constructoras OAS y Odebrecht hicieron en una propiedad rural atribuida al ex Presidente en Sao Paulo, como pago a presuntos favores políticos.
Para los abogadores defensores, el exjefe de Estado es víctima de una verdadera cacería judicial.
Brasilia, 13 de mayo 2019
Crónica Digital / Prensa Latina.
