Una clonación masiva de tarjetas bancarias pertenecientes a ocho bancos y que habría afectado a más de mil 700 clientes, fue confirmada por la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras de Chile (SBIF).
En un comunicado, esa entidad señaló que en la noche del sábado comenzó a recibir en la casilla para Reportes de Incidencias Operacionales (RIO) notificaciones de ocho entidades emisoras de tarjetas y de un operador sobre la ocurrencia de un fraude de clonación.
La estafa se habría producido mediante la práctica conocida como skimming, consistente en copiar la banda magnética de una tarjeta de cualquier tipo en un lugar en el que se ha instalado un dispositivo con ese propósito.
En el caso de los cajeros automáticos, el autor del fraude coloca con frecuencia una microcámara que graba el código de seguridad del usuario.
El comunicado explicó que las instituciones financieras identificaron el posible lugar del delito en una terminal de punto de venta (POS) ubicada en una gasolinera en la comuna de San Miguel, en esta capital, y notificaron a sus clientes sobre esta incidencia.
Asimismo las autoridades recomendaron a las personas verificar sus tarjetas y cuentas y denunciar si detectan alguna transacción sospechosa.
Asimismo advirtieron de la necesidad de verificar en el momento de hacer una transacción en un cajero automático si este presenta alguna adulteración u objeto que no corresponda, y hacer también la denuncia correspondiente.
Santiago de Chile, 20 de mayo 2019
Crónica Digital /PL
Mar May 21 , 2019
La historia de Buscarita Roa es singular por una diversidad de razones. En primer lugar, es la única chilena que es una Abuela de la Plaza de Mayo, desde que hace 40 años llegó hasta la Argentina y se quedó a raíz de la búsqueda de su hijo José. Este caso es particularmente dramático, porque el joven había perdido sus piernas en un accidente y viajado a Buenos Aires para acceder a un tratamiento ortopédico. También fueron secuestradas su nuera Marta Gertrudis Hlaczik y Claudia, la nieta de Buscarita, que entonces tenía apenas ocho meses. Se trata de una historia especial, además, pues el caso abrió paso a un nuevo escenario en la búsqueda de la justicia en Argentina. El 14 de junio del 2005, la Corte Suprema de Justicia del país vecino sentenció que las Leyes de Punto Final y Obediencia Debida eran inconstitucionales. Para resolver ese fallo, la Corte se basó en el secuestro, la tortura y la desaparición de José Liborio Poblete Roa. Unos pocos años antes, Buscarita Imperi Navarro Roa, junto con sus compañeras de las Abuelas de Plaza de Mayo, anunciaron que Claudia Poblete había sido encontrada. Pudo restituir su identidad luego de vivir como Mercedes Beatriz Landa en un seno familiar militar. José y Gertrudis continúan desaparecidos. Buscarita, a punto de cumplir 82 años, aún los busca. Buscarita Roa estará en Santiago de Chile en el marco de una Charla Magistral sobre “Memoria Histórica y Derechos Humanos”, actividad que se realizará el miércoles 22 de mayo a las 10:30 horas, en el Salón de Honor de la Casa Central de la Universidad Tecnológica Metropolitana (UTEM), en la calle Dieciocho N° 161, Santiago. Con esta actividad, se inaugurara la Semana de la Memoria y los Derechos Humanos de la Casa de Estudios. LOS PAÑUELOS DE LA PLAZA En la dictadura cívico–militar argentina, autodenominada “Proceso de Reorganización Nacional”, José Liborio Poblete, más conocido como “Pepe”, su pareja Marta Gertrudis Hlaczik, apodada como “Trudi”, y su hija Claudia Poblete fueron secuestrados y llevados al centro clandestino de detención El Olimpo, ubicado en la Ciudad de Buenos Aires. Los horrores de ese lugar fueron representados, más tarde, en la película “Garaje Olimpo”, reconocida por el Festival Internacional de Cannes. El secuestro ocurrió el 28 de noviembre de 1978. Apenas unos pocos meses antes se había celebrado en el territorio argentino la undécima edición del Campeonato Mundial de Fútbol. A Claudia los amigos y compañeros de la pareja llamaban “Mundialito”, por haber nacido en marzo, muy cerca del torneo deportivo. Buscarita había partido desde la comuna de La Cisterna en 1976 hacia la Argentina, para estar con su hijo. No pensó que se quedaría la vida entera, y que su vida misma adquiriría un nuevo sentido. Al comienzo, salió a buscar en forma individual, preguntando por uno y otro cuartel policial por sus seres queridos. Al principio, inició la búsqueda con su consuegra. Poco después, cayó en una depresión muy fuerte y se suicidó. Un día se cruzó con […]