Pelosi y Schumer anunciaron ese día un acuerdo con el jefe de Estado a favor de invertir dos billones (millones de millones) de dólares en mejorar el referido sector.
Acordamos una cifra muy buena, afirmó a reporteros el senador después del encuentro en la mansión ejecutiva.
Por su lado, la legisladora aseveró que las partes coincidieron en articular un programa grande y audaz para la construcción de puentes, carreteras, puertos y vías férreas, y ampliar la banda ancha de Internet.
La víspera, se divulgó una carta de Trump a Pelosi y Schumer en la cual les plantea que deberían aprobar el Tratado de Comercio entre Estados Unidos, México y Canadá antes de discutir cualquier proyecto de ley sobre infraestructura.
Rubricado el último 30 de noviembre en Argentina, ese pacto dejó atrás al Tratado de Libre de Comercio de América del Norte (1994), después de intensas negociaciones impulsadas bajo presión por el mandatario estadounidense.
Mi firme opinión es que el Congreso primero debe aprobar el importante y popular acuerdo comercial; una vez que lo haya hecho, deberíamos poner nuestra atención en un paquete de infraestructura bipartidista, escribió el gobernante en la misiva.
Trump está hablando con los demócratas acerca de infraestructura pues quiere demostrar que puede hacer las cosas, sostuvo Pelosi en una reciente entrevista periodística.
‘Lo necesita, y estoy feliz, bueno, nunca debería usar la palabra feliz, pero sería una delincuente si no tratara de trabajar con él para hacer algo por el pueblo estadounidense’, apuntó la legisladora. Algunos progresistas interesados en expulsar a Trump de la mansión ejecutiva opinan que laborar con él en este asunto es probable que sea contraproducente para los demócratas.
Debería quedar claro a estas alturas que Trump y el Partido Republicano no representan a socios de buena fe y no comparten el objetivo de promover los mejores intereses de Estados Unidos, subrayó el activista liberal multimillonario Tom Steyer, quien presiona para iniciar un juicio político contra el presidente.
Un proyecto de ley de infraestructura masiva no tiene posibilidad de aprobarse en un Senado republicano, y eso está destinado a servir como una distracción a la corrupción que se ha arraigado en la Casa Blanca, agregó Steyer a la publicación The Hill.
Otras voces sugirieron que los líderes demócratas deberían tratar de trabajar con Trump en dicho ramo solo para ofrecer un contraste de políticas y, finalmente, despedirlo de su cargo.
Para Rashida Tlaib, representante demócrata por Michigan, sus copartidarios deberían intentar que se realice algo con la infraestructura, pues ‘todavía tenemos que hacer nuestro trabajo’, recalcó.
Washington, 22 mayo 2019
Crónica Digital /PL