En el prólogo a “La Democracia Cristiana no es revolucionaria”, Ediciones Punto Final Nº 5, noviembre de 1965, Salvador Allende escribió:
“…La campaña presidencial (de 1964) originó un proceso cívico en que se enfrentaron, en definitiva, dos corrientes: la Democracia Cristiana y el movimiento popular. La derecha desertó como tal, y en los hechos la contienda y sus sufragios, se volvieron hacia el señor Frei (…)
Tanto la Democracia Cristiana como el movimiento popular alcanzan un punto de coincidencia. Ambos aseveran que Chile exige de modo ineludible un cambio en las estructuras que determinan su desarrollo económico y su realidad social y política (…)
La Democracia Cristiana y nosotros hemos certificado, así, que nuestra patria reclama una ‘revolución’. La Democracia Cristiana utiliza el término de ‘revolución’ sin reticencias; pero la complementa con las expresiones de ‘en libertad’ (…)
La Democracia Cristiana, a pesar de su sedicente revolucionarismo, ha cifrado su actitud proselitista en una agresión frontal contra el movimiento popular, a partir del slogan ‘en libertad’.
A pesar de la actitud de algunos de sus miembros, se trata de un partido burgués, cuya misión histórica radica, exactamente, en preservar la existencia del sistema capitalista. El partido Demócrata Cristiano y sus inspiradores sustentan el sistema capitalista y sus intentos sólo alcanzan a procurar impedir algunos de sus abusos (…)
Donde la Democracia Cristiana es gobierno, su acción se consagra a defender los regímenes burgueses. Hemos reiterado que la Democracia Cristiana sustenta una posición que envuelve dependencia efectiva de Estados Unidos”.
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Sabios conceptos de Salvador Allende, escritos en 1965 cuando muchos chilenos creían que la DC podría llevar a cabo una revolución. Los hechos posteriores vinieron a demostrar la justeza de lo sostenido por el líder de la Izquierda chilena. Ello, en especial, durante el Gobierno Popular y en la preparación golpe fascista de 1973.
Por Iván Ljubetic Vargas, historiador del Centro de Extensión e Investigación Luis Emilio Recabarren, CEILER.
Santiago de Chile, 26 de junio 2019>
Crónica Digital
Así o más fué con la democracia cristiana , sostenedores del capitalismo pero enmascarando su función con palabrería rimbombante y traidora.