La Cámara de Diputados de Brasil podría votar hoy en una segunda ronda el contenido básico de la polémica reforma de la Seguridad Social, tras apreciar las solicitudes puntuales de cambio en los textos realizados por partidos.
Con votación de 379 votos a favor y 131 en contra, el proyecto de reforma en el sistema de jubilaciones y pensiones que defiende el Gobierno de Jair Bolsonaro superó este miércoles la primera de las dos votaciones previstas en la Cámara baja.
El resultado del sufragio superó los 308 votos requeridos (tres quintos de los 513 escaños) que necesitan las reformas de carácter constitucional.
“Nuestro sistema de jubilaciones pone a Brasil en una realidad muy dura y estas reformas vienen con el objetivo de reducir las desigualdades”, afirmó emocionado el presidente de la Cámara, Rodrigo Maia.
Ahora la iniciativa enfrentará un segundo voto en la Cámara antes del receso parlamentario que comienza el 18 de julio y después deberá ser aprobada por el Senado en otra votación doble por mayoría de tres quintos (49 de los 81 senadores) en el segundo semestre del año.
Durante el debate, parlamentarios de partidos opositores afirmaron que la reforma de Bolsonaro es injusta y atenta contra quienes ganan menos.
Entre los principales puntos criticados aparece la creación de un nuevo sistema de previsión, basado en la capitalización, y el establecimiento de una edad mínima para jubilación de 65 años para hombres y de 62 para mujeres (actual 60 y 55), al final de un período de transición de 12 calendarios.
Con ese tiempo mínimo, el trabajador tendría derecho al 60 por ciento del valor de la pensión integral, para obtener el ciento por ciento se necesitarán 40 años de contribución.
Para la diputada Margarida Salomao, del Partido de los Trabajadores (PT), resulta “una reforma cruel, injusta, inepta e innecesaria. El problema no es de gasto, es de recaudación y esta reforma protege a los ricos”.
Brasilia, 11 de julio 2019
Crónica Digital / Prensa Latina.
