Como Bancada del Partido Comunista e Independientes condenamos el derrame de más de mil litros de combustible al sistema de producción de agua potable y al Río Rahue, por parte de la Empresa Sanitaria de Los Lagos, que ha privado del acceso al agua potable a más de 200.000 chilenos en la ciudad de Osorno.
Solidarizamos con los osorninos y osorninas y demandamos que se investiguen y determinen las responsabilidades administrativas, civiles y penales. Al mismo tiempo, exigimos que se compense a los habitantes de Osorno en proporción al daño causado. La Ley de Servicios Sanitarios obliga a la empresa a monitorear y garantizar la continuidad y calidad del servicio lo que ha sido incumplido de manera gravísima. La Empresa Sanitaria de Los Lagos ESSAL ya no es una empresa confiable.
Por ello, ante la gravedad de los hechos, solicitamos al Presidente de la República que ejerza las facultades que le entrega la Ley de Servicios Sanitarios y ponga fin a la concesión de esta empresa dado el perjuicio ocasionado a las personas y al medioambiente.
Santiago de Chile, 17 de julio 2019
Crónica Digital
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Mié Jul 17 , 2019
El Informe de la Alta Comisionada de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, la ex presidenta de Chile, Michelle Bachelet, sobre la situación de Derechos Humanos en Venezuela ha tenido amplias y encontradas repercusiones en el mundo político de Chile. Y no es posible sustraerse a participar en el debate, cuyo objetivo más bien parece, en el ámbito político nacional y los medios de comunicación locales, estar destinado a hacer sacar dividendos de política interna y electoralista, junto con revivir el clima de “Guerra Fría”, tanto como de satanización de una opción política que no complace a las Derechas regionales, y sobre todo a los intereses políticos, económicos y militares de Washington. En tal sentido, sin duda, el documento de la ONU entregado por Bachelet, puede aparecer incompleto, desfasado y no contemplar en su magnitud ni en su complejidad el fenómeno político en que se desarrolla el conflicto económico y social, de magnitud y dramatismo e incalculables consecuencias para la democracia, la paz, la situación de las personas, la estabilidad, convivencia nacional y el porvenir, en el país de Bolívar. La crisis en este país es inocultable. Pero también es necesario ver dos aspectos insoslayables de la situación. Por una parte la responsabilidad del Gobierno de Caracas y de los diversos actores políticos que se contraponen en ese escenario, que no solo no han encontrado un lenguaje y una voluntad común en busca de una salida democrática, que no consista en la eliminación de la escena del “otro”, sino que se han empeñado en la descalificación, la negación del “otro”, lo que los ha llevado a un callejón sin salida, o cuyo destino parece ser solo el abismo de una confrontación fratricida. Y en segundo lugar, pero a un mismo nivel de responsabilidad y de incumbencia, el rol que han jugado en el desarrollo de la situación y el nivel de la confrontación , las potencias extranjeras, en primer lugar Estados Unidos, con su política injerencista, sus amenazas y preparación practica de intervención militar, tanto como países como Colombia y hasta Chile, que han asumido roles de avanzada, una vociferante vanguardia intervencionista, y encabezado una verdadera cruzada contra el gobierno legítimo de Venezuela y la democracia de ese país. El documento de la ONU, puede merecer reparos, pero indica un camino, una estrategia posible, para hacer evolucionar el rumbo, desde los tambores de guerra de la intervención, a la cual son tan habituados los Estados Unidos, (Cúcuta, Grupo de Lima, la OEA encabezada por el uruguayo Luis Almagro) a una alternativa de dialogo político, tan rechazado previamente por la Oposición y el llamado presidente encargado, Juan Guaidó, Iván Duque y mandatarios de otros paìses, como el de Chile, Sebastián Piñera, el de Colombia , Iván Duque , Mauricio Macri, de Argentina, y el recién invitado a este curso de guerra , Jair Bolsonaro, de Brasil y otros que se posternan ante la estrategia belicosa, y aceptan jugar de comparsas de quien se jacta de ser el dueño de este “patio […]