Sáb Ago 17 , 2019
Una vez más Andrés Wood sorprende con otro trozo de nuestra historia, antes lo fueron las cintas “Machuca” (2004), después “Violeta se fue a los cielos” (2011) y en el 2013 la serie para televisión “Ecos del desierto”. Hoy el director nos sitúa en julio de 1973 en un Chile polarizado donde el Frente Nacionalista Patria y Libertad – dentro del contexto de un fallido intento de golpe de Estado un mes antes por parte de un teniente y un batallón denominado como Tanquetazo- planeo y llevó a cabo el asesinato del Capitán de marina y edecán del Presidente Salvador Allende, Arturo Araya Peeters y así, comenzar a desestabilizar al Gobierno de la Unidad Popular. Araña es un thriller, que si bien es de ficción, está basado en hechos reales protagonizado por Marcelo Alonso (Tony Manero, El Club) en el papel de Gerardo y la conocida actriz argentina Mercedes Morán. Es la historia de un ex-miembro de un grupo paramilitar de principio de los “70 de ideología fascista y nacionalista inspirado en “Patria y Libertad”, que en 1973 simula su muerte para luego cumplir la misión de asesinar al Edecán del Presidente de la República. Sin embargo, Gerardo se involucra en un trío amoroso con la atractiva Inés (interpretada por la actriz española María Valverde y en el cambio de época por la argentina Mercedes Morán) y el esposo de esta Justo (Gabriel Urzúa – Felipe Armas), ambos miembros activos y comprometidos con este grupo de extrema derecha. 46 años después aparece Gerardo involucrado en un conflicto callejero donde la policía lo pilla con una metralleta en la maleta de su auto. Este hecho aparece en los medios de comunicación y no hace más que abrir un pasado olvidado de un crimen y una traición de estos militantes, especialmente de Inés que hoy es una exitosa empresaria y que sigue disfrutando de los beneficios de una clase alta, por tanto, tratará de impedir que Gerardo divulgue los pecados de juventud. Con una narrativa bien lograda y un travelling óptico acercándose a una fotografía de Inés posando como candidata a reina de su facultad en 1971, es la manera que buscó el director para trasladar al espectador al pasado, a ese Chile convulsionado. “Tuvimos que inventarnos una guerra porque hay que morirse luego, que vergüenza ser vieja, la vida corta la quiero vivir enamorada de verdad”, palabras de Inés mientras atacan a miembros de la Brigada Ramona Parra que hacía rayados a favor de la Unidad Popular y así, los saltos del presente al pasado están en toda la cinta y van hilando un guion contundente, tal vez por el propio peso de la historia y por los acontecimientos que nos llevaron a un Golpe Militar, y de pronto a vivencial que hoy las cosas no han cambiado tanto en una sociedad donde la clase dominante sigue siendo la misma, vinculada a los grandes capitales y si ayer era fascista y clasista – con el fenómeno migratorio- la xenofobia llegó para […]