Vie Ago 23 , 2019
Por Carmen Esquivel * En un escenario caracterizado por el auge de gobiernos de derecha, la victoria del Frente de Todos en las primarias argentinas renovó las esperanzas para la izquierda y puso en duda la teoría del fin del ciclo progresista en Latinoamérica. El 11 de agosto la dupla de Alberto y Cristina Fernández obtuvo un triunfo abrumador en las elecciones con 47 por ciento de los votos, muy por encima del neoliberal Mauricio Macri, quien apenas alcanzó 32 puntos. Aunque los resultados de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) no son vinculantes, sí funcionaron como un plebiscito y colocaron a la oposición peronista como favorita de cara a los comicios del 27 de octubre. El avance del Frente de Todos fue notable en la provincia de Buenos Aires, en la gran mayoría de los centros urbanos, el área rural, el sur y el norte del país e, incluso, se vaticina que en la próxima contienda podría obtener la presidencia sin necesidad de ir a una segunda vuelta. Los analistas vinculan los resultados electorales al descontento de la población con las políticas del gobierno de Macri, que aumentaron la inflación, el desempleo y la pobreza, desmantelaron programas sociales, favorecieron la privatización, endeudaron al país y pusieron la economía bajo supervisión del Fondo Monetario Internacional. La victoria del Frente de Todos tiene una gran relevancia no sólo para Argentina, sino también para América Latina, donde en los últimos años gobiernos progresistas sufrieron una arremetida de la derecha que provocó retrocesos en países como Honduras, Brasil, Paraguay y Ecuador. En opinión del expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, estos comicios son la esperanza de que vendrán mejores días. Por su parte, la también exmandataria de Brasil Dilma Rousseff los consideró como una luz al final del túnel para la región. Dilma fue objeto de un golpe parlamentario en 2016 que la apartó de la presidencia, a pesar de haber sido electa democráticamente por más de 54 millones de votos. Mientras que Lula fue encarcelado y acusado de delitos nunca probados, cuando todas las encuestas lo daban como favorito para ganar los comicios de octubre de 2018. Otros líderes de izquierda, entre ellos el exmandatario Rafael Correa y el ex vicepresidente Jorge Glas (Ecuador), debieron enfrentar durante los últimos tiempos las consecuencias de la persecución política. Al conocer los resultados de las primarias argentinas, Correa manifestó su confianza en que la derrota del neoliberalismo en ese país represente un paso de avance y permita el regreso de mejores momentos para la región. El también líder de la Revolución Ciudadana retomó las palabras del expresidente uruguayo José Mujica cuando hace unos años le preguntaron si el viraje a la derecha en América Latina no le preocupaba y respondió: ‘El viraje es temporal. La gente no olvidará lo que la izquierda le dio y terminará por recordar lo que la derecha le quitará’. De hecho, ya el año pasado constituyó un avance significativo el triunfo en México del candidato de la […]