La aprobación de una reforma tributaria en la Cámara de Diputados, que el Gobierno sacó adelante con el respaldo de representantes de la Democracia Cristiana (DC), recibe hoy fuertes críticas de la oposición en Chile.
El proyecto de ley, uno de los puntales del programa del presidente Sebastián Piñera, es rechazado por muchos sectores, que lo consideran beneficioso sólo para los más ricos, y fue aprobado la víspera por 84 votos a favor, 60 en contra y una abstención, en lo cual fue decisiva la DC, que como en otras ocasiones se plegó al oficialismo.
Esa postura provocó incluso la renuncia a ese partido del diputado Raúl Soto, quien señaló que «esta vez se sobrepasó el límite que ética y políticamente no era posible cruzar y en esta ocasión es sin retorno».
En una carta a la militancia de la DC analizando su decisión, añadió que esa fuerza «está cogobernando con la derecha y su programa político», y consideró el proyecto legislativo injusto para la mayoría de los chilenos.
En tanto, Heraldo Muñoz, presidente del Partido por la Democracia, señaló que con el apoyo de la DC «se profundizará la desigualdad, pues el voto de DC no ayudará la reinversión, sino al retiro de utilidades por parte de los accionistas más ricos del país».
Agregó que «no podemos aspirar responsablemente a más derechos sociales con menos impuestos directos» y estimó que esa posición «constituye un grave impacto para un eventual futuro entendimiento con la DC».
Mientras, Carlos Maldonado, presidente del Partido Radical, dijo esperar que la situación cambie cuando el proyecto se discuta en el Senado, «pues un sistema tributario más progresivo y una mejor distribución de la riqueza son objetivos centrales para la centroizquierda. No se puede ceder en eso, sin alejarse de los valores que nos inspiran».
En igual dirección se manifestó el senador Álvaro Elizalde, presidente del Partido Socialista, quien llamó a «reconstituir en el Senado una mayoría progresista en contra de una iniciativa que perjudique a la clase media y a los sectores vulnerables, y por tanto esperamos que todos estén a la altura de este desafío».
En tanto, el diputado Guillermo Teillier, presidente del Partido Comunista, calificó de contrarreforma la propuesta del Gobierno y señaló que es un proyecto grotesco que entrega miles de millones de pesos, de todos los chilenos, a los más ricos del país. No esperábamos otra cosa de este gobierno y de la derecha en el poder.
Con ello -abundó- el Estado pierde la posibilidad de construir 20 mil viviendas sociales, aumentar la gratuidad a 140 mil estudiantes, la construcción y habilitación de hospitales y financiar una empresa nacional para la explotación del litio.
Santiago de Chile, 24 de agosto 2019
Crónica Digital /PL
