Un proyecto para reducir en Chile la jornada semanal a 40 horas será votado el próximo martes por la Comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados y despachado para su discusión en el plenario.
Al informar hoy ese paso, la presidenta de esa comisión, Gael Yeomans, del partido Convergencia Social, explicó que la rapidez del trámite obedece a que se ha dado en el país un amplio debate sobre la reducción de la jornada y calificó la iniciativa de importante porque pone en el centro de atención el bienestar de las personas.
Señaló que, en cambio, el Gobierno y sus parlamentarios han estado haciendo una contraofensiva para obstaculizar el proyecto y que ni siquiera se discuta.
Advirtió que se estableció un plazo que venció hace dos semanas, durante el cual se presentaron no más de tres indicaciones, y como el proyecto es breve no debería tener un debate que se prolongue más de dos sesiones.
Yeomans añadió que si desde la coalición oficialista intentan aplazar la discusión, se aplicará el reglamento, que establece los tiempos para el debate y las intervenciones y se hará efectivo el derecho de hacer avanzar la moción legislativa aunque al ejecutivo no le guste.
Por su parte, la diputada comunista Camila Vallejo, impulsora de la iniciativa, señaló que la bancada de oposición está interesada en sacar adelante el texto, porque hace mucho tiempo debió ser una realidad en Chile la jornada de 40 horas.
Asimismo recordó que tras ser despachado por la Comisión debe pasar al pleno de la Cámara de Diputados, y si este lo aprueba, le sigue el trámite legislativo en el Senado, por lo que todavía le queda un largo camino para materializarse.
En el Gobierno, que ha tratado por todas las vías de echar abajo la propuesta de las 40 horas, fue recibido con disgusto el anuncio hecho por Yeomans.
Nicolás Monckeberg, ministro de Trabajo, consideró irresponsable acelerar la tramitación y reiteró que esa iniciativa legislativa es inconstitucional.
El Ejecutivo pretende llevar adelante otra propuesta basada en lograr flexibilidad de la jornada laboral por acuerdo entre trabajadores y empresarios.
Pero esta no inspira confianza en amplios sectores sociales, académicos e incluso empresariales al contrario de la iniciativa de Vallejo, acogida por más del 70 por ciento de la población, según encuestas.
Para desacreditarla el Gobierno ha recurrido incluso a promover el temor y el pasado fin de semana el Presidente Sebastián Piñera dijo que se perderían entre 200 mil y 350 mil empleos, lo que fue calificado por el presidente del Partido Comunista, Guillermo Teillier, de “una mentira absoluta”.
Explicó que no hay ningún cálculo serio, ni evidencia, que señale que eso sería así, y en cambio argumentó que existen estudios según los cuales con la jornada de 40 horas “se generan empleos, aumenta la productividad e incluso mejoran los salarios”, como ha ocurrido en otros países que la han aplicado.
Santiago, 26 de agosto 2019
Crónica Digital / Prensa Latina.