Fuerzas Especiales de Carabineros dispersaron violentamente con chorros de agua y gases lacrimógenos a cientos de participantes en una marcha en rechazo a medidas regresivas y neoliberales del gobierno de Sebastián Piñera.
En esta capital estaban previstas marchas en dirección al palacio de la Moneda desde cinco puntos de la urbe, como parte de una Jornada Nacional de Protesta convocada hace semanas por una plataforma que congregó a casi un centenar de organizaciones sociales.
Los principales disturbios ocurrieron en varios puntos de la Alameda Bernardo O´Higgins, donde el tráfico fue interrumpido totalmente así como en otras vías aledañas, por enfrentamientos entre Carabineros y manifestantes en las cercanías del palacio de La Moneda, la Universidad de Chile y el Cerro Santa Lucía, entre otros sitios.
La marcha originada en la céntrica Plaza Italia fue dispersada casi desde el inicio por las fuerzas especiales de forma violenta, a pesar de que transcurría pacíficamente, mientras que un número indeterminado de personas fueron detenidas.
En declaraciones a la prensa, Bárbara Figueroa, presidenta de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) una de las organizaciones convocantes, denunció la violenta represión y criticó al gobierno por aplicar una agenda encaminada a suprimir importantes derechos sociales.
Asimismo, consideró que la verdadera violencia la ejerce el gobierno con su intransigencia y falta de respuesta a las demandas de los diferentes movimientos sociales, como ha ocurrido con la jornada laboral de 40 horas, aprobada por una comisión de diputados, pero rechazada por el presidente de la república.
Mario Aguilar, presidente del Colegio de Profesores, denunció que la demostración se llevaba a cabo pacíficamente y quienes impusieron la violencia fueron las autoridades «como en los tiempos de la dictadura de Augusto Pinochet».
Por su parte, Esteban Maturana, dirigente de los trabajadores de la salud, aseguró que analizarán acciones legales contra el cuerpo de carabineros por el uso excesivo de la fuerza.
La Jornada Nacional de Protesta fue convocada por casi un centenar de organizaciones sindicales, estudiantiles, feministas, de derechos humanos vecinales y otras bajo el lema central «Nos cansamos, nos unimos».
Sus organizadores llamaron a reclamar una serie de derechos comunes a todos, tales como mejor salud y educación públicas, pensiones decorosas y la aplicación de la jornada laboral de 40 horas semanales.
Las acciones de protesta se iniciaron desde la madrugada, con interrupciones del tránsito vehicular en numerosas avenidas de la urbe con barricadas, y manifestaciones, que fueron igualmente reprimidas por Carabineros.
Santiago de Chile, 5 de septiembre 2019
Crónica Digital /PL