Johnson, cuyo almuerzo mañana en Luxemburgo con el presidente del Consejo Europeo, Jean-Claude Juncker, tendrá al Brexit como plato principal, agregó que al igual que el superhéroe, el Reino Unido romperá los ‘grilletes’ que lo atan al bloque.
Cuanto más se enfada Hulk, más fuerte se hace, recalcó el primer ministro británico, quien el 24 de julio pasado sustituyó en el cargo a la renunciante Theresa May, con el compromiso de sacar al país de la UE en la fecha acordada, con o sin acuerdo.
Para lograrlo parece incluso está dispuesto a pasar por encima de una ley aprobada la semana pasada por el Parlamento británico que lo obliga aplazar el controvertido divorcio, si no logra firmar un nuevo pacto con la alianza europea antes del 19 de octubre.
El jefe del gobierno conservador, quien dijo que prefiere estar muerto en una zanja antes de pedir otra prórroga, se muestra, no obstante, optimista sobre la posibilidad de llegar a un acuerdo con la UE.
Según declaró Johnson este domingo al Mail, hay ‘señales reales’ de que los líderes europeos estarían dispuestos a eliminar la controvertida salvaguarda introducida por la alianza para evitar el establecimiento de una frontera física entre ambas Irlandas.
En virtud del llamado backstop, la provincia británica de Irlanda del Norte seguiría bajo las regulaciones comerciales y aduanales europeas hasta tanto Londres y Bruselas firmen un nuevo acuerdo comercial independiente, pero los euroescépticos británicos alegan que viola la soberanía del Reino Unido.
Al menos dos ministros del gabinete de Johnson compartieron este domingo el optimismo de su jefe.
El secretario para el Brexit, Stephen Barclay, por ejemplo, declaró a la cadena Sky News que ya existe una ‘zona de aterrizaje’ para alcanzar un nuevo pacto con la UE, como resultado de las conversaciones que se desarrollan tras bambalinas.
De su lado, la ministra del Interior, Priti Patel, aseguró a la BBC que toda la maquinaria del gobierno está en función de lograr un acuerdo con el bloque europeo.
El Reino Unido debió salir de la alianza europea el 31 de marzo pasado, después que el 52 por ciento de los británicos votó a favor del Brexit en el referendo de junio de 2016.
La negativa del Parlamento británico a respaldar el tratado de retirada firmado por la entonces primera ministra Theresa May obligó a posponer la salida, primero para abril pasado, y luego para octubre próximo.
El principal obstáculo para concretar la ruptura sigue siendo la salvaguarda que según dice Johnson, la UE estaría dispuesta ahora a retirar.
Londres, 15 de septiembre 2019
Crónica Digital /PL