El gobierno de Chile intentará llevar a cabo a partir de la próxima semana y durante 60 días una serie de ‘diálogos ciudadanos’ encaminado a apaciguar las multitudinarias protestas populares que hoy cumplen 21 días.
Para algunos analistas y la voz de la calle este proceso llega un poco tardíamente, puesto que desde hace más de una semana el movimiento social que encabeza las manifestaciones contra el modelo neoliberal lleva a cabo una serie de cabildos populares autoconvocados.
En estos cabildos, realizados en barriadas e instituciones con la asistencia de miles de personas de todas las edades, incluso niños, los participantes han debatido sobre la actual situación del país, y expresado sus ideas para cambiar el estado de cosas en busca de un Chile más incluyente y equitativo.
Sin embargo, durante las casi tres semanas que lleva la revuelta popular, el gobierno no ha hecho alusión a estos cabildos ni a la participación de la mesa de Unidad Social en las consultas programadas por La Moneda, que se han limitado a convocar a los partidos políticos.
No obstante, según Sichel, también se tendrán en cuenta ‘todas aquellas discusiones que han surgido en la ciudadanía’, y añadió que ‘la próxima semana es nuestro desafío que empiece el proceso de diálogo con este formato, además, permitiendo que este debate llegue a todo el país’.
Ante el estallido social, el presidente Sebastián Piñera lanzó también lo que calificó como ‘vigorosa Agenda Social’ con varias medidas, nada novedosas, porque la mayoría eran reclamos populares de larga data, y que ha sido considerada por analistas y manifestantes como un parche para tratar de controlar la profunda crisis existente.
Santiago de Chile, 7 noviembre 2019
Crónica Digital /PL