Un documento presentado en el encuentro por los principales partidos de oposición (Comunista de Brasil, Democrático Trabalhista, Socialista Brasileño, Socialismo y Libertad, y de los Trabajadores (PT) enumera 15 propuestas para el llamado Plan de emergencia de empleo e ingresos.
En tal sentido se menciona puntos como la reactivación del programa Mi Casa Mi Vida, la ampliación de la Bolsa Familia, el aumento real del salario mínimo, la corrección de la tabla del impuesto sobre la renta, el crédito para la agricultura familiar, el apoyo al Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (Bndes), y la reanudación de las obras ociosas.
Sindicatos presentarán iniciativas similares, en un plan que se formalizará este martes, en una reunión en la sede de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), defendiendo el empleo de calidad, la protección social, las políticas de emergencia, la reducción de la jornada laboral y la ampliación del número de cuotas del seguro de desempleo.
El texto también alude al control de precios de los productos alimenticios básicos y del gas para cocinar, así como de una reducción de los aranceles para las familias con desempleados.
Al respecto, João Paulo Rodrigues, representante del Frente Popular Brasileño y líder del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST), recordó que desde las elecciones del año pasado se ha discutido la necesidad de ‘construir un proyecto para el país’.
Queremos señalar a la sociedad que tenemos un desarrollo alternativo, tenemos una agenda completamente diferente a la que está ahí, afirmó Rodrigues en su intervención en ‘Estado, democracia y soberanía’.
Por su parte el presidente de la CUT, Sérgio Nobre, dijo que si Brasil no quiere vivir ‘el mismo drama’ que su vecino Chile, que lleva un mes enfrentando protestas callejeras, ‘tenemos que derrotar el programa de Bolsonaro y Paulo Guedes (ministro de Economía)’.
La presidenta del PT, Gleisi Hoffmann, disertó sobre la importancia de la articulación de todos los sectores y sobre las dificultades de construir una agenda progresista en un Congreso con mayoría conservadora.
Para la diputada, ‘el Gobierno tiene una agenda de emergencia fiscal: recortar el presupuesto y reducir la deuda. Y nosotros tenemos una agenda de emergencia social: dar trabajo e ingresos, aumentar el valor del salario mínimo’.
