A través de una videoconferencia, el ex Mandatario conversó con líderes y dirigentes ciudadanos y progresistas –entre ellos, Marco Enríquez–Ominami– sobre los detalles del proceso de cambio constitucional que vivió su país en 1991 y que modificó la Carta Fundamental que permanecía vigente desde 1886. Ello, en el marco de la Escuela de Formación para la Asamblea Constituyente, impulsada por la Fundación Progresa –cuyo director ejecutivo es el ex Ministro Víctor Osorio– y por el Partido Progresista de Chile, que preside el economista Camilo Lagos.
A través de una videoconferencia desde Bogotá –en la que también participó la senadora Aída Avella– el ex Mandatario recordó cómo se gestó el proceso constituyente de su país y los pasos que debiera seguir Chile para lograr un proceso constituyente exitoso que pueda superar la Constitución de 1980, apuntando –entre otras cosas– a blindar a la Asamblea como expresión legítima del poder constituyente originario a través de la Corte Suprema, tal como se hizo en Colombia para garantizar el desarrollo del proceso.
Aída Avella, senadora y presidente de la Unión Patriótica de Colombia, compartió su propia experiencia personal en la materia, pues fue constituyente en 1991. Más tarde, fue candidata a la Vicepresidencia de la República en las elecciones presidenciales de 2014, por la alianza entre el Polo Democrático Alternativo y la UP, y en las elecciones legislativas de Colombia de 2018, fue elegida como senadora de la república.
Samper y Avella señalaron que la Asamblea Nacional Constituyente de Colombia contó con el amplio consenso del mundo político colombiana, desde las diversas expresiones de izquierda, hasta la derecha colombiana. Contó con la autonomía para ejercer en forma soberana su mandato constituyente, en el marco de un proceso profundamente democrático y participativo.
En este sentido, Samper expresó sus reservas sobre el proceso constituyente que se ha puesto en marcha en Chile, por las restricciones que se pretende imponer al futuro órgano constituyente, que incluyen el quorum de dos tercios para resolver.
El Samper también reflexionó sobre el estallido social chileno, al que calificó de “una especie de rebelión de un pueblo que se está sintiendo proletarizado, que va para atrás en materia de educación, porque no sirve de movilidad social–; que va para atrás en materia de salud, porque es inaccesible; y que tampoco avanza en materia de pensiones, porque se está cambiando por un bono”.
“Este es un fenómeno de empobrecimiento de los antiguos pobres que hoy está presente en todos los países”, dijo, enfatizando que el escenario de vive Chile por estos días “es el momento para encontrar la mejor salida”.
Por último, Ernesto Samper lamentó que exista represión ante la movilización social “que incluso ha llegado a criminalizarse”, puntualizando que ello es “un intento de gobiernos conservadores” por detenerla.
El contacto con Ernesto Samper se enmarca, además, dentro de su rol como asesor del Partido Progresista, debido a su experiencia en materia de Asamblea Constituyente. Por ello, y desde el estallido social en Chile, el ex Mandatario colombiano mantiene constante comunicación con Lagos y el fundador del partido, Marco Enríquez–Ominami, gracias a la cercanía que han generado dentro del Grupo de Puebla.
Santiago, 9 de diciembre 2019.
Crónica Digital.