Unidad Social y partidos de oposición demandan salida de general director de Carabineros

Crónica Digital 28 diciembre, 2019

El bloque sindical de la Mesa de Unidad Social convocó a 13 partidos de oposición a una reunión en el contexto del ciclo de movilización social que se desarrolla en el país desde el pasado 18 de octubre. En el encuentro acordaron insistir en demandar la salida del general director de Carabineros, Mario Rozas, por las graves violaciones a los derechos humanos registradas en el período.

Según La Tercera, a la reunión encuentro asistieron el secretario general del Partido Socialista (PS), Andrés Santander; el secretario general de la Democracia Cristiana (DC), David Morales; el secretario general de Revolución Democrática (RD), Leonardo Rissetti; la presidenta de Convergencia Social, Gael Yeomans; el presidente del Partido Progresista, Camilo Lagos; el diputado del Partido Humanista, Tomás Hirsch e Iván Carrasco, en representación del Partido Igualdad.

También hubo representantes del Partido Comunista, el PPD, el Partido Radical, Comunes, Partido Liberal y Ecologistas Verdes.

El dirigente de la Mesa de Unidad Social y presidente del Colegio de Profesores, Mario Aguilar, informó que se lograron acuerdos en materia de la defensa de los Derechos Humanos y que pedirán de manera coordinada la salida del director general de Carabineros. “Todo el Bloque Sindical de la Mesa de Unidad Social y los partidos políticos que concurrieron a la reunión concordaron pedir la renuncia de Rozas”, dijo Aguilar. En ese sentido, la presidenta de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Bárbara Figueroa, insistió en que la salida del general “es un imperativo”.

Respecto al proceso constituyente, Mario Aguilar sostuvo la importancia de participar del plebiscito del 26 de abril, pero interpeló al Senado a aprobar “condiciones mínimas” en materia de “paridad, plurinacionalidad y participación de independientes”. La presidenta de la CUT, por su parte, señaló que “todos respaldamos el proceso constituyente, ha sido una demanda histórica de los movimientos sociales, pero para que sea efectivamente la casa de todos, tiene que partir con una agenda social”.

Tras el encuentro, los representantes de la Mesa de Unidad Social también emitieron cuestionamientos al rol de la oposición durante la crisis. “Deben estar a la altura de la circunstancias”, dijo Figueroa. Aguilar agregó que “llamamos a los partidos opositores a jugar un rol más intenso y decidido en detener agenda del gobierno”.

Santiago, 28 de diciembre 2019.

Crónica Digital.

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Por: Marco Enríquez–Ominami: Las elites (y la izquierda) en el espejo del nuevo Chile

Sáb Dic 28 , 2019

La izquierda busca acabar con la Constitución de Pinochet. Pero no se trata sólo de eso. Si eres de izquierda y te conformas solamente con eso, y te da lo mismo mantener la estructura de la representación en el poder –que se ha mantenido incólume por siglos–, entonces lo que pasa es que has normalizado, desde la izquierda, el lugar excluyente de las élites. Porque ser de izquierda debiera tratarse de hacer política inclusivamente. Ser antipinochetista ya no es suficiente. Debemos buscar la transformación del mundo para incluir a los injustamente rezagados. Por eso y no por majaderos, es que hemos peleado –desde nuestro partido– por incorporar al poder a representantes de aquellos y aquellas que han sido históricamente vulnerados. Porque hoy parece que existen más escaños reservados para los egresados del Grange School, del Verbo Divino y del Craighouse, que para las mujeres; para los que viven en Vitacura, que para los pueblos originarios; para los que se pierden cuando tienen que “bajar” de Plaza Italia, que para los que han perdido sus ojos por manifestarse en Plaza Dignidad. El nuevo Chile es un Chile de nuevo. La izquierda tiene que partir de cero. Tiene que ser inclusiva. El desafío no es olvidar las diferencias y echar para adelante. El desafío es comprender y convivir con las diferencias. Pensar y construir con el otro siempre va a ser difícil. Incómodo. La política desde la izquierda tiene que comprometerse a ser una lucha antropológica. Una lucha por el otro. Mario Bunge, el gran filósofo argentino de la ciencia, decía que el peor prejuicio es creer que no se tienen prejuicios. Los prejuicios son útiles, dice Bunge, pero siempre y cuando el científico los logre hacer conscientes y los controle. Nosotros –las élites de izquierda– debemos ser conscientes de nuestros prejuicios, que en política son nuestras tragedias y nuestros privilegios. Ser conscientes sobre a dónde queremos llegar (tragedias), pero también desde dónde partimos (privilegios), y debemos para eso, aprender a restarnos. A renunciar. Yo lo hice el 2009 al Parlamento, cuando podía, de haber querido, quedarme eterna y cómodamente en el Congreso. Pero fui consciente de mis privilegios, y renuncié. Y no me arrepiento, porque el tamaño de esa renuncia marcó también el tamaño de mi desafío… y de mis enemigos. A dónde voy: debemos visualizar nuestros privilegios, usarlos a favor de nuestras convicciones, ser capaces de renunciar también a ellos, y empezar de nuevo. Por eso es tan importante ese acuerdo inicial que es el momento constituyente. Porque es el momento en el que debemos reflejar (representar), no como muestra estadística sino como reconocimiento del otro, al pueblo de Chile. A sus sujetos históricos ocultos por nosotros mismos: indígenas, géneros, mujeres. Pero también, trabajadores y trabajadoras, jubilados, niños. Sus derechos deben estar representados simbólica y políticamente (no demográficamente, insisto) en el momento constituyente. No debemos confundirnos. Las democracias liberales que se entienden a sí mismas solamente como procedimientos (y reducen todo a sacar más o menos votos), vienen funcionando hace […]